En el siglo XIX la demanda central de las mexicanas era la educación y esa petición fue plasmada en todas las revistas que circularon en esa época. El tema abordado por la doctora Marcela Lagarde, en los últimos 30 años, puntualiza la necesidad de dar libros a las mujeres en lugar de folletos para verdaderamente profundizar en la realidad y entender de dónde viene la desigualdad y la discriminación hacia las mujeres.
Este 8 de marzo, mientras las feministas de todo el país salieron a marchar para demandar sus derechos, en el Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, se discutía el valor y el contenido del texto Teresita de Barbieri. El feminismo desde la academia: un compromiso con la equidad, de Carlos Welti Chanes.
El libro, publicado en febrero, reúne el pensamiento y las reflexiones de la intelectual uruguaya; su investigación y análisis de la condición social de las mujeres; un cuerpo teórico sobre las cuestiones más acuciantes de su transcurrir en el mundo capitalista y patriarcal.
De Barbieri desde los años 70 explicó y se explicó por qué las mujeres encabezaron las Marchas de las Cacerolas Vacías en Chile, lo que contribuyó a la caída de Salvador Allende; ¿por qué las mujeres? Preguntó una y otra vez ¿Por qué ellas principalmente? ¿eran de derecha? O qué significado tenía.
Las marchas mediáticas contra el gobierno popular de Allende, Mujeres y Vida Cotidiana, es un libro, un primer tratado, en el que Teresita explica cómo la vida de las mujeres, sobre todo la de las más pobres, se desarrolla en ese mundo que llamamos privado, alejadas de la política, del conocimiento y la conciencia de sí. Desconocen el mundo de afuera y el de su propia condición.
Esas investigaciones abrieron nuevos caminos, con rigor científico, rescató la experiencia de ese ámbito privado y reveló que ellas están en las redes de la manipulación populista y son fundamentales para la reproducción de la explotación capitalista. Estableció las bases para entender lo que eufemísticamente se llama “economía del cuidado”: el trabajo doméstico.
Por su contacto con las mujeres “del pueblo”, Teresita constató que a la carencia material, se suman la falta de educación y conocimiento, de ahí que las mujeres pudieron ser manipuladas por los “enemigos del gobierno popular”; que esa reacción de apoyo a la derecha ocurre sin reflexionar. Al entrar de lleno en la vida cotidiana de las mujeres, Teresita fue mucho más lejos de las definiciones simplistas.
El libro es apenas una antología del pensamiento feminista, se trata de una aportación fundamental en esta hora de México en que se anuncia como “tiempo de mujeres”, con dos candidatas a la presidencia de la República, a quienes les urge leerla para tener, al menos, una idea de quienes somos las mujeres.
Gracias a Welti y a la UNAM, el rescate de la obra y pensamiento de Teresita de Barbieri, socialista, antimilitarista, divulgadora del pensamiento feminista quien en estos días, nos daría importantes reflexiones a propósito de la catástrofe nacional que afecta a las mujeres, cuya vida cotidiana está alterada, atropellada por la pérdida de sus cónyuges, de sus hijas o hijos, por el desplazamiento forzado por la violencia, por no poder resolver qué hacer con sus hijos pequeños a falta de guarderías, y el feminicidio.
Un verdadero reto para las políticas que tomarán espacios de poder. Extrañamos a la maestra en la vida, pero agradecemos que ahora está vigente y se puede dialogar con ella. Veremos.
*Periodista, directora del portal http://www.semmexico.mx