/ domingo 25 de febrero de 2024

Telarañas digitales / ¡Alerta roja! Estafas encubiertas en el mundo digital

Seguramente en más de una ocasión te has topado con una publicación, reel o TikTok donde algún "experimentado" empresario, experto en bitcoins o en el trabajo remoto se presenta con un "consejo" que sirve de enganche para el resto de sus publicaciones, que, curiosamente, siempre terminan en la venta de un curso para que aprendas todas las habilidades necesarias para ganar dinero y convertirte en el exitoso ser de negocios que el personaje mismo es. Lamento decirte que sí, es una estafa.

Los ganchos que utilizan hacen parecer que el aprendizaje no únicamente es simple, sino muy redituable, así que al encontrarnos con: "te presento cinco páginas donde puedes trabajar de manera remota, solo dos horas, sin experiencia y ganando 400 dólares por día" debemos hacer sonar todas las alarmas. Lo primero que debemos reconocer es que el trabajo remoto, en general, requiere de procesos de selección, cierto tipo de formación y conocimientos, y la mayoría de las veces no ofrece pagos tan elevados por habilidades simples, incluso si se paga en dólares. El trabajo remoto existe y hay diversas opciones en la red, tanto para profesionales como para inexpertos, aunque no es fácil de encontrar.

El pago de un curso a cambio de la promesa de volverse rico con poco esfuerzo en internet, es una nueva versión de "solicito personas que empaqueten cosas en casa, tres horas diarias ganando 2500 pesos a la semana". Todos hemos visto esta clase de anuncios pegados en el transporte público, escuelas y postes. Lo cierto es que el mundo laboral es un poco más complicado, y estos anuncios siempre son una estafa. Lo mismo ocurre con los "expertos del bitcoin", aclárese, no dudo que lo sean, pero utilizarán sus conocimientos a su favor y harán que el usuario entregue su dinero para nunca verlo regresar.

Es preciso que, si se desea invertir o llevar a cabo operaciones con el capital propio, se haga una investigación exhaustiva sobre la plataforma en cuestión. La mayoría de ellas son estafas, y no solamente se roban el dinero que la persona desea invertir, sino que usualmente roban también sus datos y pueden efectuar estafas mucho más grandes y peligrosas. El problema con estas estafas está en que el usuario ejerce su voluntad, pero como resultado de engaños: cede el acceso a sus cuentas, transfiere dinero electrónico, hace depósitos en efectivo o paga servicios o productos cuyo valor no se equipara a lo que se le entrega.

Este tipo de estafas son de por sí difíciles de perseguir en el mundo analógico, pero en el mundo digital lo son todavía más. Muchas de ellas se llevan a cabo desde lugares remotos, países que podrían estar al otro lado del mundo, o sus perpetradores utilizan tecnologías que impiden rastrear el origen de las operaciones. Las legislaciones al respecto son incompletas o están en construcción, cuando existen, y lo que las policías cibernéticas pueden hacer es poco si el usuario accedió a transferir o entregar la información o el dinero por voluntad propia.

Otra estafa común son las supuestas "escuelas o universidades" que ofrecen títulos universitarios fáciles, licenciaturas y posgrados en unos cuantos meses, con titulación inmediata y con prácticamente poco o ningún esfuerzo académico. Alrededor del mundo, son muchos los estudiantes que caen en estas estafas, y tratando de evitar el camino difícil, adquieren únicamente un papel sin valor. Los pagos, transferencias o depósitos que se hacen también son voluntarios y suelen tener de respaldo contratos sin valor emitidos por la supuesta institución.

Todas estas estafas tienen algo en común: apelan al hedonismo y la avaricia. Ofrecen dinero fácil, con poco o nulo esfuerzo, capacitaciones y títulos sin recorrer el camino que debe recorrerse para alcanzarlo. Debemos sospechar siempre que algo parezca tan fácil de obtener, sobre todo cuando involucra que hagamos depósitos, transferencias o cedamos nuestros datos personales y sensibles. Siempre es importante investigar su origen, y recordemos que no siempre se encontrarán opiniones negativas, pero la ausencia de opiniones también es algo que debe considerarse. Hay opciones para encontrar trabajo remoto, invertir capital o educarse a distancia; pero debemos constatar que se trate de sitios confiables.

Hilo de araña: “Sora”, la aplicación mostrada recientemente por OpenAI, ha motivado cientos de comentarios en las redes sociales. Parece ser que una vez más nos preguntan: ¿la estética no es estática? Es un tema mayor que incluye entre otras cosas la perdida de empleos…

Seguramente en más de una ocasión te has topado con una publicación, reel o TikTok donde algún "experimentado" empresario, experto en bitcoins o en el trabajo remoto se presenta con un "consejo" que sirve de enganche para el resto de sus publicaciones, que, curiosamente, siempre terminan en la venta de un curso para que aprendas todas las habilidades necesarias para ganar dinero y convertirte en el exitoso ser de negocios que el personaje mismo es. Lamento decirte que sí, es una estafa.

Los ganchos que utilizan hacen parecer que el aprendizaje no únicamente es simple, sino muy redituable, así que al encontrarnos con: "te presento cinco páginas donde puedes trabajar de manera remota, solo dos horas, sin experiencia y ganando 400 dólares por día" debemos hacer sonar todas las alarmas. Lo primero que debemos reconocer es que el trabajo remoto, en general, requiere de procesos de selección, cierto tipo de formación y conocimientos, y la mayoría de las veces no ofrece pagos tan elevados por habilidades simples, incluso si se paga en dólares. El trabajo remoto existe y hay diversas opciones en la red, tanto para profesionales como para inexpertos, aunque no es fácil de encontrar.

El pago de un curso a cambio de la promesa de volverse rico con poco esfuerzo en internet, es una nueva versión de "solicito personas que empaqueten cosas en casa, tres horas diarias ganando 2500 pesos a la semana". Todos hemos visto esta clase de anuncios pegados en el transporte público, escuelas y postes. Lo cierto es que el mundo laboral es un poco más complicado, y estos anuncios siempre son una estafa. Lo mismo ocurre con los "expertos del bitcoin", aclárese, no dudo que lo sean, pero utilizarán sus conocimientos a su favor y harán que el usuario entregue su dinero para nunca verlo regresar.

Es preciso que, si se desea invertir o llevar a cabo operaciones con el capital propio, se haga una investigación exhaustiva sobre la plataforma en cuestión. La mayoría de ellas son estafas, y no solamente se roban el dinero que la persona desea invertir, sino que usualmente roban también sus datos y pueden efectuar estafas mucho más grandes y peligrosas. El problema con estas estafas está en que el usuario ejerce su voluntad, pero como resultado de engaños: cede el acceso a sus cuentas, transfiere dinero electrónico, hace depósitos en efectivo o paga servicios o productos cuyo valor no se equipara a lo que se le entrega.

Este tipo de estafas son de por sí difíciles de perseguir en el mundo analógico, pero en el mundo digital lo son todavía más. Muchas de ellas se llevan a cabo desde lugares remotos, países que podrían estar al otro lado del mundo, o sus perpetradores utilizan tecnologías que impiden rastrear el origen de las operaciones. Las legislaciones al respecto son incompletas o están en construcción, cuando existen, y lo que las policías cibernéticas pueden hacer es poco si el usuario accedió a transferir o entregar la información o el dinero por voluntad propia.

Otra estafa común son las supuestas "escuelas o universidades" que ofrecen títulos universitarios fáciles, licenciaturas y posgrados en unos cuantos meses, con titulación inmediata y con prácticamente poco o ningún esfuerzo académico. Alrededor del mundo, son muchos los estudiantes que caen en estas estafas, y tratando de evitar el camino difícil, adquieren únicamente un papel sin valor. Los pagos, transferencias o depósitos que se hacen también son voluntarios y suelen tener de respaldo contratos sin valor emitidos por la supuesta institución.

Todas estas estafas tienen algo en común: apelan al hedonismo y la avaricia. Ofrecen dinero fácil, con poco o nulo esfuerzo, capacitaciones y títulos sin recorrer el camino que debe recorrerse para alcanzarlo. Debemos sospechar siempre que algo parezca tan fácil de obtener, sobre todo cuando involucra que hagamos depósitos, transferencias o cedamos nuestros datos personales y sensibles. Siempre es importante investigar su origen, y recordemos que no siempre se encontrarán opiniones negativas, pero la ausencia de opiniones también es algo que debe considerarse. Hay opciones para encontrar trabajo remoto, invertir capital o educarse a distancia; pero debemos constatar que se trate de sitios confiables.

Hilo de araña: “Sora”, la aplicación mostrada recientemente por OpenAI, ha motivado cientos de comentarios en las redes sociales. Parece ser que una vez más nos preguntan: ¿la estética no es estática? Es un tema mayor que incluye entre otras cosas la perdida de empleos…