El príncipe Harry aseguró este domingo en una esperada entrevista para la cadena de televisión británica ITV que decidió publicar su polémico libro de memorias para defenderse tras años de filtraciones sobre su vida en los tabloides británicos.
"Durante estos 38 años, muchas personas hablaron sobre mi vida de manera interesada. Esto me hizo pensar que había llegado el momento de explicar mi propia historia", dijo durante la entrevista, transmitida pocos días después de la polémica levantada por revelaciones en sus memorias sobre disputas con su hermano, su vida sexual y el consumo de drogas.
"Me fui de mi país natal con mi mujer y mi hijo temiendo por nuestras vidas", afirmó Harry a ITV, sobre su decisión de irse a vivir a California.
El lanzamiento mundial de la autobiografía del príncipe de Inglaterra, titulada Spare ("En la sombra" en español), está previsto para el 10 de enero, pero una gran parte del contenido se filtró el jueves cuando fue puesta a la venta por error de forma anticipada en España.
Entre los detalles filtrados está la acusación de que su hermano William - heredero al trono - lo atacó durante una discusión sobre su esposa, la exactriz estadounidense Meghan Markle, un relato de cómo perdió su virginidad, una confesión sobre consumo de drogas y la afirmación de que mató a 25 personas mientras estuvo desplegado en Afganistán.
Durante la entrevista difundida el domingo, pero grabada antes de que se filtrara el contenido del libro, Harry volvió a acusar a la familia real de "complicidad" con la hostilidad de los tabloides contra Meghan Markle y él mismo.
El primer ministro Rishi Sunak declinó hacer cualquier comentario sobre el escándalo en una entrevista a la BBC.
Este domingo, The Sunday Times mencionó a fuentes cercanas del príncipe William que afirman que está "triste" pero que permanece en silencio por el bien de su familia y del país.
El Telegraph cree que, pese al duro contenido del libro, Carlos III estaría dispuesto a una reconciliación como "la única vía de salir de este lío".
Pese a que Harry arremete más contra William, Carlos no se siente, "menos herido porque personalmente no ha sido el foco de la mayoría de la ira y frustración del libro", cuenta un amigo próximo al rey.
"Lloró una vez"
En la entrevista de poco más de una hora y media, Harry afirmó que todavía cree en la monarquía, aunque no sabe si desempeñará algún papel en su futuro.
Varios canales que lo entrevistaron ya emitieron extractos centrados en la disputa con su hermano William y en sus acusaciones de que su familia instaló una narrativa negativa sobre él y su esposa en los medios.
En el último video, Harry reveló que "lloró una vez" después de que su madre Diana muriese y se sintiera culpable por no poder expresar su dolor, mientras saludaba a la multitud de los asistentes.
En otros fragmentos de la entrevista, afirma que William intentó golpearlo durante su discusión sobre su esposa. "Vi esta niebla roja sobre él", relata.
Sin función en la coronación
A diferencia de William, Harry no tendrá un papel formal en la coronación de Carlos III en mayo, a la que se espera asista, informó The Sunday Times.
En "una ruptura importante con la tradición, Carlos ha desechado el acto de los duques reales arrodillándose para 'rendir homenaje'", escribió, y "William será el único de la realeza que cumplirá con la tradición".
Después, la cadena estadounidense CBS transmitirá otra entrevista a las 19:30 horas de la costa este de Estados Unidos del lunes en su programa 60 minutos y la emisora ABC difundirá un tercer programa el lunes.
Harry se refiere a William como "su querido hermano y archinémesis", dijo el presentador de ABC Michael Strahan en un extracto.
Las entrevistas fueron grabadas antes de que el libro de Enrique se filtrara ampliamente el jueves, lo que provocó una reacción negativa de los medios, comentaristas, veteranos militares e, incluso, los talibanes.
Los diarios británicos criticaron la afirmación de Enrique de haber matado a 25 personas mientras servía en el ejército en Afganistán.
Hasta un representante talibán condenó al príncipe Enrique por considerar a los muertos como "piezas de ajedrez".