Nuevos bombardeos golpearon este sábado posiciones hutíes en Yemen, después de que el grupo rebelde, respaldado por Irán, amenazara con continuar sus acciones contra buques en el mar Rojo, una ruta clave para el comercio mundial.
Los bombardeos se producen un día después de que Estados Unidos y Reino Unido golpearan múltiples objetivos en el país, cuya capital, Saná, es controlada por los hutíes desde 2014.
Los ataques incrementaron los temores a una conflagración regional de la guerra entre Israel y el movimiento islamista palestino Hamas en la Franja de Gaza.
Desde el estallido del conflicto, a principios de octubre de 2023, se ha incrementado la actividad de movimientos respaldados por Irán en Yemen, Líbano, Siria e Irak.
Los hutíes, que afirman actuar en solidaridad con Gaza, llevan semanas atacando a los barcos presuntamente vinculados a Israel que atraviesan el mar Rojo, por donde transita el 12% del comercio mundial.
EEUU y Reino Unido han bombardeado al grupo rebelde.
El ejército estadounidense informó este sábado que sus fuerzas habían atacado "un radar de los hutíes" como "una acción de seguimiento sobre un objetivo militar específico" relacionado con los ataques del día anterior.
Los medios de comunicación de los hutíes señalaron que el ataque golpeó la base aérea Al Dailami de Saná.
Una fuente militar vinculada a los hutíes informó más tarde a la AFP que otro bombardeo había golpeado las afueras de la ciudad portuaria de Hodeida, en el oeste.
"El lugar desde el que se lanzó un cohete hutí en las afueras de Hodeida fue alcanzado hace un momento", señaló. Otra fuente policial confirmó el bombardeo.
"Contexto regional precario"
Los hutíes controlan parte de Yemen desde el estallido de una guerra civil en 2014 y forman parte del autodenominado "eje de resistencia", que incluye a Hamas, al Hezbolá libanés y a otros grupos armados hostiles a Israel y apoyados por Irán.
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, pidió a todas las partes "que no agraven" la volátil situación en la región, dijo su portavoz.
Estados Unidos, Reino Unido y ocho aliados aseguraron que la operación tiene como objetivo "desescalar tensiones" y "restaurar la estabilidad en el mar Rojo" tras los numerosos ataques de los hutíes en esas aguas.
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Los hutíes, a su vez, prometieron continuar con sus acciones en esta importante ruta de comercio marítimo y alertaron que "todos los intereses estadounidenses y británicos se han convertido en blancos legítimos".
El enviado de la ONU para Yemen, Hans Grundberg, advirtió "con gran preocupación" sobre el impacto del "contexto regional cada vez más precario" en Yemen y pidió que se diera prioridad a la diplomacia.
Ataques en el mar Rojo
Estados Unidos y sus aliados golpearon el viernes casi 30 posiciones y emplearon más de 150 proyectiles, reportó el general Douglas Sims, director del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos.
Según la cadena televisiva hutí Al Marisah, estos tuvieron como objetivo una base aérea, aeropuertos y un campamento militar. Un portavoz militar hutí dijo que al menos cinco personas murieron.
El presidente estadounidense, Joe Biden, advirtió que "no dudará" en ordenar más operaciones militares si es necesario.
El primer ministro británico, Rishi Sunak, afirmó que la violación del derecho internacional por parte de los hutíes merecía una "señal fuerte" en respuesta.
Pero Naser Kanani, portavoz de la cancillería iraní, estimó que los ataques occidentales alimentarán "la inseguridad y la inestabilidad en la región" y "desviarán" la atención de Gaza.
Los analistas estiman que es poco probable que los ataques de las potencias occidentales detengan a los rebeldes.
"Reducirán, pero no pondrán fin a la amenaza hutí al transporte marítimo", dijo Jon Alterman, director del Programa de Oriente Medio del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, con sede en Washington.
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Costo económico
Desde el 19 de noviembre, los hutíes lanzaron 27 ataques cerca del estrecho de Bab al Mandeb, que separa la península arábiga de África, según el ejército estadounidense.
Esta inestabilidad ha llevado a numerosas navieras a desviar los buques que transitan entre Asia y Europa para hacerlos bordear el continente africano, lo que aumenta el tiempo y el coste del transporte.
Desde mediados de noviembre, el número de portacontenedores que cruzan el mar Rojo disminuyó un 70%, según expertos de transporte marítimo.
En Saná, cientos de miles de personas, algunas blandiendo rifles Kalashnikov, se congregaron en una protesta donde ondearon banderas yemeníes y palestinas y mostraron retratos del líder hutí Abdulmalik al Huthi, según un periodista de la AFP. "Muerte a Estados Unidos, muerte a Israel", corearon.