El Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) está formado por 16 mil 500 trabajadores que fueron despedidos de Luz y Fuerza del Centro y ahora son prácticamente esclavos de su líder, Martín Esparza, que con la promesa de darles empleo en las empresas que maneja hacen lo que se les pide. Lo que sea, lo mismo acuden al rescate de Acapulco después del huracán Otis por 3 mil pesos a la semana, sin viáticos y sin equipos de protección -murieron dos trabajadores, no tenían seguro y las viudas fueron amenazadas si hablan - o van a los mítines de Morena y ni frutsi les toca porque, según, esos recursos se entregaron a la dirigencia.
Martín Esparza no está sólo, su pistolero es el secretario del Trabajo del SME, Israel Núñez, que vende las plazas en el Proyecto Fénix o en Parque Aztlán a 180 mil pesos a gente que nunca fue parte del SME, es un negocio redondo, por que se requiere dedicar un año y medio de salario para pagar el empleo en las empresas donde el SME y Mota Engil son socios.
Hablamos con miembros del SME que siguen aportando cuotas y trabajo gratuito para conseguir la oportunidad, pero Esparza y Núñez manejan el sindicato como negocio personal, sin elecciones libres, con una conducción tiránica expulsan a los que se atreven a levantar la voz.
Hay instrucciones para que el SME comience a trabajar con la CFE, nos dicen, el presidente pidió a Martín Esparza hiciera los trámites para ello que comenzara la incorporación paulatina de los agremiados y no lo hacen.
“Para nosotros es un desastre, confiamos en los líderes y nos tienen amenazados, ni trabajo, ni dinero y pura explotación de los bienes del sindicato y no nos toca nada.” Y no hay manera de que interpongan una denuncia laboral porque el secretario del Trabajo se encarga de ello.
“Somos carne de cañón, nos usan como golpeadores de la disidencia y para los negocios de los dirigentes, las camionetas y los lujos de Martín Esparza y de Israel Núñez se solventan con los negocios que hacen con las instalaciones del SME y no le rinden cuentas a nadie”, nos explica uno de los trabajadores que lleva 14 años y seis meses en la resistencia.
“Aguantamos todo y no tenemos nada, nos venden una plaza de una empresa que se supone es de nosotros, somos los esclavos esmeítas”, señala Buzos.
1.- Otra vez Cotemar. Cada vez que hay un accidente grave en el mar Cotemar, de Alejandro Villarreal, está en medio. Ahora hubo dos muertos, Emmanuel Arévalo y Julio César Rojas, víctimas de la explosión e incendio del sábado a las 17 horas en la plataforma Akal Bravo en la Sonda de Campeche. Fueron 14 los trabajadores afectados en el siniestro. Siempre que hay un accidente así, la documentación dice que Pemex Exploración y Producción es responsable, curioso que siempre les pase a ellos y Cotemar siempre sean las víctimas. Curioso ¿no?
2.- La caída de 43% en los ingresos petroleros de México por las exenciones fiscales a Pemex le va a pegar a las transferencias a estados y municipios del país, hasta ahora el impacto es de casi 50,000 millones de pesos a las participaciones y se va a agravar más porque en los ingresos federales la tasa del DUC pasa de 40% a 30% este año 2024 más una estimación del precio por barril de petróleo menor lo que implica ingresos menores en 43% frente al monto estimado para 2023,advirtió la calificadora Moody’s.