Como cada año, la revista Nexos presentó Los 10 textos más leídos del 2023 de su sección Paz y Seguridad. Fue un honor enterarme por una querida colega y amiga que el artículo de un servidor “El vínculo entre crimen organizado y competencia estratégica global” aparecía en esa lista. Primero, es de bien nacidos agradecer, así que aprovecho para agradecer a las y los lectores por su tiempo, difusión y, sobre todo, sus comentarios. Segundo, más allá de cualquier mérito, el interés que pudo haber despertado el artículo es indicativo de que la lectoría se enfrenta a este problema, independientemente de sus respectivas trincheras.
En razón de lo anterior, sintetizo los puntos centrales de dicho artículo, a fin de seguir visibilizando las implicaciones del vínculo entre la competencia estratégica global y la delincuencia organizada transnacional en América Latina y el Caribe.
El artículo comienza con la siguiente pregunta: ¿De qué manera la competencia estratégica que sostienen Estados Unidos, China y Rusia a nivel global influye en la evolución de la delincuencia organizada transnacional en Latinoamérica? Al respecto, sostengo que la competencia estratégica global detona y/o alimenta, voluntaria o involuntariamente, dinámicas asociadas a la delincuencia organizada en el Hemisferio Occidental y, por lo tanto, tiene implicaciones para la gobernabilidad democrática, la seguridad ciudadana y el desarrollo sostenible para países de la región.
Para exponer el argumento, se utilizó el caso de los Caballeros Templarios en 2013, su infiltración en la explotación del mineral de hierro en Lázaro Cárdenas, Michoacán, y el trato que mantenían con intermediarios chinos de esa industria.
En este sentido, no se puede entender el control que los Caballeros Templarios tuvieron sobre la extracción del mineral de hierro sin considerar la dimensión internacional de dicha economía ilícita. De acuerdo con funcionarios públicos en el sector de seguridad durante el sexenio 2012-2016, entrevistados en 2019, el dominio de los Caballeros Templarios en el puerto de Lázaro Cárdenas, no fue un impedimento para que las empresas mineras de corretaje y exportación chinas siguieran operando en este municipio.
Desde luego, de ninguna manera se pretende criminalizar a un gobierno o a un país entero. En cambio, lo que se pretende con este caso de estudio, y otros, es traer a la vista que la actual reconfiguración del sistema internacional —y particularmente la competencia estratégica que Estados Unidos, China y Rusia mantienen a nivel global—ha exacerbado procesos criminales que impactan en la vida interna de países latinoamericanos –Ecuador es otro caso más reciente. Concretamente, para América Latina y el Caribe la rivalidad estratégica global se ha concatenado con la existencia de recursos naturales estratégicos y la presencia de actores no estatales violentos —entre los que destacan los grupos del crimen organizado.
Por ello, hoy más que nunca, es necesario traer de vuelta el componente geopolítico al análisis de la delincuencia organizada y a la violencia criminal en los países de América Latina. A ello habrá de seguirle el diseño e implementación de políticas de carácter preventivo orientadas a atender esta problemática.
Discanto: “Sólo le pido a Dios / Que la guerra no me sea indiferente / Es un monstruo grande y pisa fuerte / Toda la pobre inocencia de la gente”. Gran versión.
