/ viernes 3 de agosto de 2018

Entre el kiwi y el aguacate

México tiene un lugar valioso en Asia-Pacífico —el bloque económico más dinámico en la actualidad— gracias a su presencia en mecanismos de vanguardia como la Alianza del Pacífico y el Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP), que agrupan a diversos países afines a los principios de un orden internacional reglamentado y con menores barreras comerciales.

Uno de sus nuevos socios comerciales será Nueva Zelanda, un país casi desconocido para los mexicanos que posee una población total comparable a la del estado de Michoacán (aproximadamente 4.5 millones de personas). La barrera geográfica comprende al menos 11 mil kilómetros de distancia, un vuelo de al menos 16 horas con conexión en Los Ángeles y 17 husos horarios. No obstante, los intereses comunes y la singularidad de la época estimulan los esfuerzos del fortalecimiento de los lazos entre ambas naciones.

David Parker, Ministro de Economía de Nueva Zelanda, sostuvo un diálogo con miembros del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (Comexi), sobre el programa progresista Trade for All (Comercio para Todos), que utiliza el libre comercio como trampolín para reglamentar y fomentar el cuidado del medio ambiente, el crecimiento inclusivo y el desarrollo de las comunidades indígenas (maorís).

Los tratados de nueva generación buscan extender los intercambios entre los países más allá del plano comercial; tal como el acuerdo global entre México y la Unión Europea —que entró en vigor en el año 2000 y fue actualizado recientemente— que además de eliminar aranceles, demanda el respeto a los derechos humanos y a las libertades. Hoy día, los instrumentos de mayor vanguardia en el mundo son la Alianza del Pacífico y el CPTPP.

Los países fundadores de la Alianza del Pacífico —Chile, Colombia, México y Perú— han logrado reducir impuestos, eliminar visados, fomentar el turismo y los intercambios en 10 años de integración.

Esta sinergia ha llamado la atención de gobiernos y actores relevantes alrededor del mundo. No en vano, este mecanismo regional posee más de 50 miembros observadores, entre los que se incluye Nueva Zelanda, país que de acuerdo con el ministro Parker, le da una relativa prioridad a estos acuerdos multilaterales frente a los bilaterales.

Igualmente, el CPTPP confirma que los acuerdos de libre comercio tienen un alcance extendido al crear normas que regulan temas de otras esferas, tales como la ambiental o la social. Asimismo, los 11 miembros consagran un marco de igualdad de condiciones y guardan posiciones comunes frente a diversos temas.

En síntesis, queda claro que ambos mecanismos se están convirtiendo en la vanguardia y el modelo a seguir durante los próximos años. La Alianza del Pacífico está dando pasos firmes hacia una América Latina más unida, mientras que el CPTPP incrementará el intercambio entre países que comprenden que el libre comercio es un medio para el entendimiento entre naciones.

Es así como en este momento de la historia, donde Estados Unidos intercambia posiciones de liderazgo y visión del comercio internacional con China, un grupo de países afines buscan alternativas en favor de sus sociedades.

México y Nueva Zelanda, al igual que sus demás socios en los mecanismos, comprenden que los problemas globales se resuelven de mejor manera en equipo, que es posible crear acuerdos bajo la idea de ganar/ganar y, sobre todo, entienden que el comercio puede ser el medio para lograr un intercambio más profundo entre naciones.

Los problemas globales se resuelven de mejor manera en equipo, que es posible crear acuerdos bajo la idea de ganar/ ganar. Finalmente, como reza un dicho neozelandés: la necesidad es la madre de la invención.


México tiene un lugar valioso en Asia-Pacífico —el bloque económico más dinámico en la actualidad— gracias a su presencia en mecanismos de vanguardia como la Alianza del Pacífico y el Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP), que agrupan a diversos países afines a los principios de un orden internacional reglamentado y con menores barreras comerciales.

Uno de sus nuevos socios comerciales será Nueva Zelanda, un país casi desconocido para los mexicanos que posee una población total comparable a la del estado de Michoacán (aproximadamente 4.5 millones de personas). La barrera geográfica comprende al menos 11 mil kilómetros de distancia, un vuelo de al menos 16 horas con conexión en Los Ángeles y 17 husos horarios. No obstante, los intereses comunes y la singularidad de la época estimulan los esfuerzos del fortalecimiento de los lazos entre ambas naciones.

David Parker, Ministro de Economía de Nueva Zelanda, sostuvo un diálogo con miembros del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (Comexi), sobre el programa progresista Trade for All (Comercio para Todos), que utiliza el libre comercio como trampolín para reglamentar y fomentar el cuidado del medio ambiente, el crecimiento inclusivo y el desarrollo de las comunidades indígenas (maorís).

Los tratados de nueva generación buscan extender los intercambios entre los países más allá del plano comercial; tal como el acuerdo global entre México y la Unión Europea —que entró en vigor en el año 2000 y fue actualizado recientemente— que además de eliminar aranceles, demanda el respeto a los derechos humanos y a las libertades. Hoy día, los instrumentos de mayor vanguardia en el mundo son la Alianza del Pacífico y el CPTPP.

Los países fundadores de la Alianza del Pacífico —Chile, Colombia, México y Perú— han logrado reducir impuestos, eliminar visados, fomentar el turismo y los intercambios en 10 años de integración.

Esta sinergia ha llamado la atención de gobiernos y actores relevantes alrededor del mundo. No en vano, este mecanismo regional posee más de 50 miembros observadores, entre los que se incluye Nueva Zelanda, país que de acuerdo con el ministro Parker, le da una relativa prioridad a estos acuerdos multilaterales frente a los bilaterales.

Igualmente, el CPTPP confirma que los acuerdos de libre comercio tienen un alcance extendido al crear normas que regulan temas de otras esferas, tales como la ambiental o la social. Asimismo, los 11 miembros consagran un marco de igualdad de condiciones y guardan posiciones comunes frente a diversos temas.

En síntesis, queda claro que ambos mecanismos se están convirtiendo en la vanguardia y el modelo a seguir durante los próximos años. La Alianza del Pacífico está dando pasos firmes hacia una América Latina más unida, mientras que el CPTPP incrementará el intercambio entre países que comprenden que el libre comercio es un medio para el entendimiento entre naciones.

Es así como en este momento de la historia, donde Estados Unidos intercambia posiciones de liderazgo y visión del comercio internacional con China, un grupo de países afines buscan alternativas en favor de sus sociedades.

México y Nueva Zelanda, al igual que sus demás socios en los mecanismos, comprenden que los problemas globales se resuelven de mejor manera en equipo, que es posible crear acuerdos bajo la idea de ganar/ganar y, sobre todo, entienden que el comercio puede ser el medio para lograr un intercambio más profundo entre naciones.

Los problemas globales se resuelven de mejor manera en equipo, que es posible crear acuerdos bajo la idea de ganar/ ganar. Finalmente, como reza un dicho neozelandés: la necesidad es la madre de la invención.


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