/ miércoles 5 de junio de 2019

Estados Unidos: ¿el efecto boomerang es posible?

La relación entre México y Estados Unidos en materia económica es altamente integrada. El presidente Trump ha pintado la imagen de que el único beneficiario de esa relación económica es México, sin embargo, los beneficios del comercio son para ambos países.

El eventual incremento paulatino de la tarifa arancelaria, de un 5 hasta un 25 por ciento, sería un castigo para el consumidor estadounidense, porque dicha medida proteccionista se traducirá en el incremento de precios en una gran variedad de mercancías, desde verduras y vegetales frescos hasta automóviles. El golpe para los consumidores del vecino país no se limitará, como piensan algunos, en el precio del “pan tostado con aguacate” (avocado toast). Más de un tercio de todos los vegetales, frutas, vinos y electrónicos que son vendidos en Estados Unidos son importados desde México; y todas las plantas fabricantes de autos usan partes importadas de México.

De acuerdo con información de la Secretaría de Economía de nuestro país, las exportaciones a Estados Unidos fueron de $328 mil 59.3 millones de dólares en el periodo enero-noviembre de 2018. Si comparamos esa cifra con la del año 2009 ($166 mil 706.9 millones de dólares) tenemos un incremento de 96.7 por ciento, es decir, casi al doble.

Específicamente, las mayores importaciones de Estados Unidos procedentes de México son vehículos, maquinas procesadoras de datos, lectores magnéticos, autopartes y accesorios, petróleo crudo, instrumentos médicos, quirúrgicos y dentales, refrigeradores, congeladores y aire acondicionado, entre otros. Adicionalmente, esta medida arancelaria también podría costar a la economía estadounidense la pérdida de cientos de miles de empleos en los Estados que apoyan al presidente Trump.

Ya lo vimos en el forcejeo con Corea del Norte, en que la amenaza fue de destrucción total y terminó en un abrazo entre Donald Trump y Kim Jong-Un, ampliamente publicitado en redes sociales. Es decir, él responde mejor a respuestas fuertes. De manera similar está ocurriendo con la batalla de tarifas con China, donde las respuestas de ese país han generado una reestructuración en las relaciones comerciales de Estados Unidos, que han buscado establecerse en México.

Pero sobre todo entender que él está jugando en la cancha de su electorado y de su re-elección, y este anuncio viró la atención de la opinión pública de su país del Reporte de Mueller -que podría significar una acusación de obstrucción de justicia en contra de Trump-.

@ClauCorichi

La relación entre México y Estados Unidos en materia económica es altamente integrada. El presidente Trump ha pintado la imagen de que el único beneficiario de esa relación económica es México, sin embargo, los beneficios del comercio son para ambos países.

El eventual incremento paulatino de la tarifa arancelaria, de un 5 hasta un 25 por ciento, sería un castigo para el consumidor estadounidense, porque dicha medida proteccionista se traducirá en el incremento de precios en una gran variedad de mercancías, desde verduras y vegetales frescos hasta automóviles. El golpe para los consumidores del vecino país no se limitará, como piensan algunos, en el precio del “pan tostado con aguacate” (avocado toast). Más de un tercio de todos los vegetales, frutas, vinos y electrónicos que son vendidos en Estados Unidos son importados desde México; y todas las plantas fabricantes de autos usan partes importadas de México.

De acuerdo con información de la Secretaría de Economía de nuestro país, las exportaciones a Estados Unidos fueron de $328 mil 59.3 millones de dólares en el periodo enero-noviembre de 2018. Si comparamos esa cifra con la del año 2009 ($166 mil 706.9 millones de dólares) tenemos un incremento de 96.7 por ciento, es decir, casi al doble.

Específicamente, las mayores importaciones de Estados Unidos procedentes de México son vehículos, maquinas procesadoras de datos, lectores magnéticos, autopartes y accesorios, petróleo crudo, instrumentos médicos, quirúrgicos y dentales, refrigeradores, congeladores y aire acondicionado, entre otros. Adicionalmente, esta medida arancelaria también podría costar a la economía estadounidense la pérdida de cientos de miles de empleos en los Estados que apoyan al presidente Trump.

Ya lo vimos en el forcejeo con Corea del Norte, en que la amenaza fue de destrucción total y terminó en un abrazo entre Donald Trump y Kim Jong-Un, ampliamente publicitado en redes sociales. Es decir, él responde mejor a respuestas fuertes. De manera similar está ocurriendo con la batalla de tarifas con China, donde las respuestas de ese país han generado una reestructuración en las relaciones comerciales de Estados Unidos, que han buscado establecerse en México.

Pero sobre todo entender que él está jugando en la cancha de su electorado y de su re-elección, y este anuncio viró la atención de la opinión pública de su país del Reporte de Mueller -que podría significar una acusación de obstrucción de justicia en contra de Trump-.

@ClauCorichi