/ lunes 29 de abril de 2024

Express yourself

Madonna cerró en México su gira de más de 80 fechas antes de juntar a 2 millones de personas en un concierto gratuito en Rio de Janeiro. En su primera visita a México en 1993, sectores conservadores, religiosos y anti derechos intentaron censurar con protestas sus tres presentaciones que calificaban de “perjuicio a la juventud”, “contra la moral y los valores de la familia” “promoviendo el homosexualismo y el lesbianismo”. A pesar de que el tema llegó a discutirse hasta en la Cámara de Diputados, Madonna inauguró el actual Foro Sol con tres fechas de su “Girlie Show Tour” promoviendo la libertad sexual, especialmente de las mujeres.

Tres décadas después, las fechas de su presencia en México coincidieron con dos hechos vinculados a esta causa que Madonna hizo suya: la libertad sexual y de género: el día de la visibilidad lésbica y la aprobación en el Senado de la República de las mal llamadas terapias de conversión, torturas contra las poblaciones de la diversidad sexual y de género. “¡Amor es amor! ¡No importa a quienes amas o con quienes te acuestas!” sigue gritando hoy en el micrófono bajo los reflectores como lo ha hecho a lo largo de su carrera como vocera de la paz, de los derechos y del cambio social progresista. A pesar de los obstáculos, hoy las tendencias y el tiempo le dan la razón. Hoy los movimientos feministas y de la diversidad sexual y de género son más fuertes que nunca.

El activista, periodista y gran conocedor de la Reina del Pop, Genaro Lozano, señala que “La defensa de Madonna a la libertad sexual, a las mujeres y a las minorías, su apoyo a las personas que viven con VIH, su defensa de la educación sexual y la condena a la pederastia en la iglesia la enfrentó al conservadurismo en los 80, 90, 200 y hasta hoy, en 2024.” Este concierto no fue la excepción con homenajes a causas, artistas o personajes que fallecieron frente a la batalla contra el VIH como su amigo Keith Haring o de personalidades activistas históricas como Marsha P. Jonhson, impulsora de los disturbios de Stonewall, que dieron luz a las Marchas del Orgullo en todo el mundo.

Fue pionera de espectáculos únicos por su profesionalismo, su innovación y complejidad, integrando e impulsando estilos de música urbana, tradicional, expresiones culturales disruptivas o ancestrales, incluso en la danza: la cultura Ball de Harlem de los 60, Vogue o Drag. Reinventándose con la misma chispa tras los años, plasmó la historia e hizo historia convirtiéndose en una leyenda viva trascendiendo épocas, marcando la diferencia e inspirando a muchas otras personas artistas internacionales.

Su música acompañó y empoderó a generaciones en lo colectivo y también desde lo individual con temas más íntimos relacionados con la muerte de personas queridas, con las relaciones sentimentales o violentas siempre por encima de cualquier dogma o regla del control social conservador y patriarcal impuesto.

Hoy, nuevamente, a sus casi 66 años nos reta, nos mueve con resistencia y rebeldía como sociedad poniendo sobre la mesa el edadismo o las críticas sobre su físico del mismo modelo patriarcal conservador sobre la figura de la mujer.

Hoy con la misma energía imparable sigue abanderando lo que hizo su carrera: la libertad de ser.

Gracias Madonna.


Madonna cerró en México su gira de más de 80 fechas antes de juntar a 2 millones de personas en un concierto gratuito en Rio de Janeiro. En su primera visita a México en 1993, sectores conservadores, religiosos y anti derechos intentaron censurar con protestas sus tres presentaciones que calificaban de “perjuicio a la juventud”, “contra la moral y los valores de la familia” “promoviendo el homosexualismo y el lesbianismo”. A pesar de que el tema llegó a discutirse hasta en la Cámara de Diputados, Madonna inauguró el actual Foro Sol con tres fechas de su “Girlie Show Tour” promoviendo la libertad sexual, especialmente de las mujeres.

Tres décadas después, las fechas de su presencia en México coincidieron con dos hechos vinculados a esta causa que Madonna hizo suya: la libertad sexual y de género: el día de la visibilidad lésbica y la aprobación en el Senado de la República de las mal llamadas terapias de conversión, torturas contra las poblaciones de la diversidad sexual y de género. “¡Amor es amor! ¡No importa a quienes amas o con quienes te acuestas!” sigue gritando hoy en el micrófono bajo los reflectores como lo ha hecho a lo largo de su carrera como vocera de la paz, de los derechos y del cambio social progresista. A pesar de los obstáculos, hoy las tendencias y el tiempo le dan la razón. Hoy los movimientos feministas y de la diversidad sexual y de género son más fuertes que nunca.

El activista, periodista y gran conocedor de la Reina del Pop, Genaro Lozano, señala que “La defensa de Madonna a la libertad sexual, a las mujeres y a las minorías, su apoyo a las personas que viven con VIH, su defensa de la educación sexual y la condena a la pederastia en la iglesia la enfrentó al conservadurismo en los 80, 90, 200 y hasta hoy, en 2024.” Este concierto no fue la excepción con homenajes a causas, artistas o personajes que fallecieron frente a la batalla contra el VIH como su amigo Keith Haring o de personalidades activistas históricas como Marsha P. Jonhson, impulsora de los disturbios de Stonewall, que dieron luz a las Marchas del Orgullo en todo el mundo.

Fue pionera de espectáculos únicos por su profesionalismo, su innovación y complejidad, integrando e impulsando estilos de música urbana, tradicional, expresiones culturales disruptivas o ancestrales, incluso en la danza: la cultura Ball de Harlem de los 60, Vogue o Drag. Reinventándose con la misma chispa tras los años, plasmó la historia e hizo historia convirtiéndose en una leyenda viva trascendiendo épocas, marcando la diferencia e inspirando a muchas otras personas artistas internacionales.

Su música acompañó y empoderó a generaciones en lo colectivo y también desde lo individual con temas más íntimos relacionados con la muerte de personas queridas, con las relaciones sentimentales o violentas siempre por encima de cualquier dogma o regla del control social conservador y patriarcal impuesto.

Hoy, nuevamente, a sus casi 66 años nos reta, nos mueve con resistencia y rebeldía como sociedad poniendo sobre la mesa el edadismo o las críticas sobre su físico del mismo modelo patriarcal conservador sobre la figura de la mujer.

Hoy con la misma energía imparable sigue abanderando lo que hizo su carrera: la libertad de ser.

Gracias Madonna.