/ jueves 14 de marzo de 2024

Fuera de Agenda / La agenda del USNorthcom

El próximo jueves 21 de marzo un grupo de militares mexicanos concluirá un curso de fortalecimiento de capacidades de fuerzas especiales que sus pares estadounidenses impartieron desde enero –en un hecho inédito—, trayendo equipo y armamento a territorio nacional. En noviembre pasado cuando el Presidente de la República solicitó permiso al Senado para que militares estadounidenses ingresaran armados al país, el anuncio fue escueto y solo se remarcó que era parte de los acuerdos que las fuerzas armadas mexicanas tienen con el Comando Norte de los Estados Unidos (USNORTHCOM).

Esta actividad forma parte del Mecanismo de Cooperación Bilateral Militar (BMCR por sus siglas en inglés), dentro del apartado “Líneas de Esfuerzo y Objetivos de Apoyo” entre la secretaría de la Defensa Nacional, la secretaría de Marina y el Comando Norte estadounidense. El proceso de entrenamiento y capacitación tiene entre sus objetivos producir operaciones de fuerzas especiales “altamente calificadas compatibles con las fuerzas especiales de Estados Unidos”. Además se fija la ruta para formar parte del adiestramiento para instructores de fuerzas especiales que organiza el ejército norteamericano, “a fin de generar un cuadro de instructores mexicanos con habilidades compatibles y sostenibles con los instructores” estadounidenses. El paso adelante en este tipo de intercambios es que se desarrollan nuevas habilidades (en el adiestramiento) y en el uso de tecnología (en el equipamiento).

La Sedena y la Semar han reservado información sobre el alto grado de vinculación tecnológica y operativa que han desarrollado este sexenio con el Comando Norte. A diferencia de gobiernos anteriores, la administración de Andrés Manuel López Obrador se caracterizó por el fortalecimiento militar con los Estados Unidos en algo que el pasado martes 12 de marzo el general Gregory M. Guillot, nuevo jefe del Comando Norte, resaltó en su primera comparecencia ante el Comité de Fuerzas Armadas del Congreso estadounidense. Guillot, oficial de la Fuerza Aérea quien también es jefe del Comando de Defensa Aeroespacial de América del Norte, dijo que la relación se expande ya que los intereses compartidos y las amenazas comunes son desafíos que ambos países deben abordar unidos.

El general Guillot alertó que las organizaciones criminales trasnacionales en México crean inestabilidad y desafían al estado derecho, lo que abre la oportunidad para que las amenazas asimétricas y de gobiernos como Rusia y China, “amplíen su penetración e influencia en la frontera sur”. La ola migratoria irregular que alcanzó niveles récord el año pasado en el país, y la violencia vinculada al tráfico de drogas, se intensificó debido a las disputas territoriales de cárteles rivales que buscan dominar las “lucrativas rutas de tráfico de drogas y personas”.

La asociación de defensa bilateral con los militares y marinos mexicanos se ha traducido en una menor dependencia de equipos y tecnología de rusos y chinos, dijo Guillot. Con lo que contrario al discurso presidencial de rechazar injerencia extranjera en materia de seguridad, las fuerzas armadas mexicanas son parte estratégica de la agenda del Comando Norte.

@velediaz424


El próximo jueves 21 de marzo un grupo de militares mexicanos concluirá un curso de fortalecimiento de capacidades de fuerzas especiales que sus pares estadounidenses impartieron desde enero –en un hecho inédito—, trayendo equipo y armamento a territorio nacional. En noviembre pasado cuando el Presidente de la República solicitó permiso al Senado para que militares estadounidenses ingresaran armados al país, el anuncio fue escueto y solo se remarcó que era parte de los acuerdos que las fuerzas armadas mexicanas tienen con el Comando Norte de los Estados Unidos (USNORTHCOM).

Esta actividad forma parte del Mecanismo de Cooperación Bilateral Militar (BMCR por sus siglas en inglés), dentro del apartado “Líneas de Esfuerzo y Objetivos de Apoyo” entre la secretaría de la Defensa Nacional, la secretaría de Marina y el Comando Norte estadounidense. El proceso de entrenamiento y capacitación tiene entre sus objetivos producir operaciones de fuerzas especiales “altamente calificadas compatibles con las fuerzas especiales de Estados Unidos”. Además se fija la ruta para formar parte del adiestramiento para instructores de fuerzas especiales que organiza el ejército norteamericano, “a fin de generar un cuadro de instructores mexicanos con habilidades compatibles y sostenibles con los instructores” estadounidenses. El paso adelante en este tipo de intercambios es que se desarrollan nuevas habilidades (en el adiestramiento) y en el uso de tecnología (en el equipamiento).

La Sedena y la Semar han reservado información sobre el alto grado de vinculación tecnológica y operativa que han desarrollado este sexenio con el Comando Norte. A diferencia de gobiernos anteriores, la administración de Andrés Manuel López Obrador se caracterizó por el fortalecimiento militar con los Estados Unidos en algo que el pasado martes 12 de marzo el general Gregory M. Guillot, nuevo jefe del Comando Norte, resaltó en su primera comparecencia ante el Comité de Fuerzas Armadas del Congreso estadounidense. Guillot, oficial de la Fuerza Aérea quien también es jefe del Comando de Defensa Aeroespacial de América del Norte, dijo que la relación se expande ya que los intereses compartidos y las amenazas comunes son desafíos que ambos países deben abordar unidos.

El general Guillot alertó que las organizaciones criminales trasnacionales en México crean inestabilidad y desafían al estado derecho, lo que abre la oportunidad para que las amenazas asimétricas y de gobiernos como Rusia y China, “amplíen su penetración e influencia en la frontera sur”. La ola migratoria irregular que alcanzó niveles récord el año pasado en el país, y la violencia vinculada al tráfico de drogas, se intensificó debido a las disputas territoriales de cárteles rivales que buscan dominar las “lucrativas rutas de tráfico de drogas y personas”.

La asociación de defensa bilateral con los militares y marinos mexicanos se ha traducido en una menor dependencia de equipos y tecnología de rusos y chinos, dijo Guillot. Con lo que contrario al discurso presidencial de rechazar injerencia extranjera en materia de seguridad, las fuerzas armadas mexicanas son parte estratégica de la agenda del Comando Norte.

@velediaz424