/ domingo 15 de marzo de 2020

Industria Hotelera y COVID-19

Apenas el lunes pasado, Confianza e Impulso Ciudadano firmó su primer convenio con la Asociación de Hoteles de la Ciudad de México (AHCDMX) y tuve el honor de integrar la nueva directiva como responsable de la Comisión de Seguridad, uno de los aspectos cruciales de la industria de la hospitalidad y de prácticamente cualquier sector económico del país.

Pero en una situación de crisis sanitaria como la que estamos ahora, hoteles, restaurantes, supermercados y tiendas de todo tipo son particularmente vulnerables porque son giros que dependen de la presencia de sus clientes. Cada uno de estos establecimientos representa a muchas familias cuyo sustento está directamente ligado a que operen en condiciones normales.

De inmediato, el jueves la Asociación y su comisión de seguridad convocó a una reunión urgente con las secretarías de Salud y Turismo locales para establecer acciones concretas para enfrentar de la mejor manera posible la fase 2 del COVID-19, denominada “transmisión comunitaria” por las autoridades federales.

Con acuerdos específicos y una estrategia para brindarle a huéspedes, usuarios y equipos de trabajo las condiciones necesarias para prevenir, atender y actuar en caso de que alguna persona presente síntomas por el coronavirus, hoy contamos con una industria preparada y enfocada en lo que viene.

Ya teníamos un antecedente de buena organización y coordinación con los hoteles de la capital del país cuando, en abril de 2015, iniciamos un exitoso programa de prevención del delito, justo después de un aumento inusitado de extorsiones telefónicas y robos en salones de eventos que ubicaba hasta 15 incidentes semanales en sus instalaciones en ese momento.

Con la cooperación de los socios de la AHCDMX, de las autoridades y de aliados como la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (CANIRAC), establecimos diversas estrategias que eliminaron, en un año, cualquier incidente o delito en más de 300 hoteles afiliados a la Asociación y en muchos otros que recibieron nuestro apoyo.

Por medio de un trabajo formidable y de varias herramientas innovadoras que diseñó Francisco Hoyos Aguilera, uno de mis colaboradores en ese entonces y quien ahora también forma parte de la Comisión de Seguridad de la Asociación de Hoteles, cientos de huéspedes, usuarios y colaboradores fueron atendidos, gracias a la buena comunicación y colaboración del sector privado, el gobierno y la ciudadanía.

Durante los siguientes tres años, tuvimos en promedio anual de un solo incidente de seguridad, lo que es una prueba de que sí pueden reducirse los delitos y las faltas administrativas si nos organizamos mejor que el crimen.

Aquí debo reconocer la visión, el compromiso y el apoyo del presidente saliente de la AHCDMX, Eloy Rodríguez Liñero, y del recién electo, Rafael García González, quien era, a su vez, el presidente nacional de los hoteleros; así como del Director Ejecutivo de la Asociación, Alberto Albarrán Leyva, por su incansable labor a favor de sus socios.

Este mismo plan de trabajo está en acción para prevenir el impacto que seguramente tendrá el coronavirus en el turismo, una de las columnas vertebrales de la economía de la Ciudad de México y del país.

A través de mecanismos de información en tiempo real, podremos ayudar a cualquier huésped, usuario o colaborador que presente síntomas o requiera atención médica. En los próximos días, proporcionaremos material de difusión para que quienes nos visitan sepan que estamos preparados y coordinados.

En este objetivo es fundamental el respaldo del secretario federal de turismo, Miguel Torruco Marquéz, y del titular de la secretaría de la Ciudad de México, Carlos Mackinlay Grohmann, que antes y ahora, han sido dos servidores públicos profesionales y comprometidos con la industria y el sector entero.

Comparto estas experiencias porque la industria de la hospitalidad es un pilar económico de México, por ello es urgente que podamos organizarnos con las asociaciones, grupos y autoridades de los 31 estados de la República restantes para que en conjunto podamos hacer frente a la pandemia, en el preciso momento en que vienen periodos vacacionales importantes.

Las vidas de muchas personas dependen de ello, se contagien o no, y ese debe ser el motor que nos mueva para superar esta crisis: la salud de miles, probablemente millones de personas, y el sustento diario, seguramente, de millones más.

Apenas el lunes pasado, Confianza e Impulso Ciudadano firmó su primer convenio con la Asociación de Hoteles de la Ciudad de México (AHCDMX) y tuve el honor de integrar la nueva directiva como responsable de la Comisión de Seguridad, uno de los aspectos cruciales de la industria de la hospitalidad y de prácticamente cualquier sector económico del país.

Pero en una situación de crisis sanitaria como la que estamos ahora, hoteles, restaurantes, supermercados y tiendas de todo tipo son particularmente vulnerables porque son giros que dependen de la presencia de sus clientes. Cada uno de estos establecimientos representa a muchas familias cuyo sustento está directamente ligado a que operen en condiciones normales.

De inmediato, el jueves la Asociación y su comisión de seguridad convocó a una reunión urgente con las secretarías de Salud y Turismo locales para establecer acciones concretas para enfrentar de la mejor manera posible la fase 2 del COVID-19, denominada “transmisión comunitaria” por las autoridades federales.

Con acuerdos específicos y una estrategia para brindarle a huéspedes, usuarios y equipos de trabajo las condiciones necesarias para prevenir, atender y actuar en caso de que alguna persona presente síntomas por el coronavirus, hoy contamos con una industria preparada y enfocada en lo que viene.

Ya teníamos un antecedente de buena organización y coordinación con los hoteles de la capital del país cuando, en abril de 2015, iniciamos un exitoso programa de prevención del delito, justo después de un aumento inusitado de extorsiones telefónicas y robos en salones de eventos que ubicaba hasta 15 incidentes semanales en sus instalaciones en ese momento.

Con la cooperación de los socios de la AHCDMX, de las autoridades y de aliados como la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (CANIRAC), establecimos diversas estrategias que eliminaron, en un año, cualquier incidente o delito en más de 300 hoteles afiliados a la Asociación y en muchos otros que recibieron nuestro apoyo.

Por medio de un trabajo formidable y de varias herramientas innovadoras que diseñó Francisco Hoyos Aguilera, uno de mis colaboradores en ese entonces y quien ahora también forma parte de la Comisión de Seguridad de la Asociación de Hoteles, cientos de huéspedes, usuarios y colaboradores fueron atendidos, gracias a la buena comunicación y colaboración del sector privado, el gobierno y la ciudadanía.

Durante los siguientes tres años, tuvimos en promedio anual de un solo incidente de seguridad, lo que es una prueba de que sí pueden reducirse los delitos y las faltas administrativas si nos organizamos mejor que el crimen.

Aquí debo reconocer la visión, el compromiso y el apoyo del presidente saliente de la AHCDMX, Eloy Rodríguez Liñero, y del recién electo, Rafael García González, quien era, a su vez, el presidente nacional de los hoteleros; así como del Director Ejecutivo de la Asociación, Alberto Albarrán Leyva, por su incansable labor a favor de sus socios.

Este mismo plan de trabajo está en acción para prevenir el impacto que seguramente tendrá el coronavirus en el turismo, una de las columnas vertebrales de la economía de la Ciudad de México y del país.

A través de mecanismos de información en tiempo real, podremos ayudar a cualquier huésped, usuario o colaborador que presente síntomas o requiera atención médica. En los próximos días, proporcionaremos material de difusión para que quienes nos visitan sepan que estamos preparados y coordinados.

En este objetivo es fundamental el respaldo del secretario federal de turismo, Miguel Torruco Marquéz, y del titular de la secretaría de la Ciudad de México, Carlos Mackinlay Grohmann, que antes y ahora, han sido dos servidores públicos profesionales y comprometidos con la industria y el sector entero.

Comparto estas experiencias porque la industria de la hospitalidad es un pilar económico de México, por ello es urgente que podamos organizarnos con las asociaciones, grupos y autoridades de los 31 estados de la República restantes para que en conjunto podamos hacer frente a la pandemia, en el preciso momento en que vienen periodos vacacionales importantes.

Las vidas de muchas personas dependen de ello, se contagien o no, y ese debe ser el motor que nos mueva para superar esta crisis: la salud de miles, probablemente millones de personas, y el sustento diario, seguramente, de millones más.

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