/ miércoles 14 de febrero de 2024

La seguridad europea amenazada

Mónica Laborda Sánchez

Este mes se cumplirán dos años de la invasión rusa a Ucrania y puede afirmarse que la seguridad europea continúa en un estado crítico, situación que está teniendo consecuencias globales. En este mundo cambiante y convulso en el que vivimos no se puede entender la seguridad desde el concepto clásico, centrado en la defensa militar de la soberanía, la independencia y la territorialidad del Estado, frente a posibles agresiones externas.

La Conferencia de Seguridad de Múnich, que reúne cada año a las expertos en materia de seguridad y se celebrará del 16 al 18 de febrero, es una oportunidad en la que líderes mundiales podrán discutir sobre las nuevas amenazas que enfrenta el mundo y a las cuales Europa no es ajena. El continente europeo, escenario de dos guerras mundiales, debe lidiar con nuevos riesgos y amenzas a su seguridad que vulneran la posición de la Unión Europea (UE) como potencia global. Son tres los temas en los que debe centrar sus esfuerzos.

En primer lugar, están la escasez de agua y sus consecuencias. En la última edición del Informe de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos en el Mundo la Unesco y ONU-Agua se advierte que la escasez se agravará en las próximas décadas, especialmente en las ciudades, si no se impulsa la cooperación internacional en este ámbito. Ya hoy en día entre dos mil y tres mil millones de personas sufren escasez de agua en el mundo, lo que supone graves riesgos para su subsistencia.

Como consecuencia de la escasez de agua se presenta otra amenaza: la seguridad alimentaria. En octubre de 2023, el Financial Times publicó un artículo en el que vaticinaba el regreso de la crisis del arroz tomando en cuenta las restricciones a las exportaciones y el clima extremo que amenazan el suministro mundial de un producto básico del que dependen millones de personas.

Sin duda otro desafío para la seguridad europea es el desbordamiento humanitario. Las guerras y la violencia han impulsado el desplazamiento forzado a escala mundial hasta una cifra récord estimada de 114 millones según datos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur). Los principales generadores de estos desplazamientos forzados fueron la guerra en Ucrania y los conflictos en Sudán, la República Democrática del Congo y Myanmar, además de la sequía, las inundaciones y la inseguridad que azotan Somalia, así como una prolongada crisis humanitaria en Afganistán.

La Inteligencia Artificial (IA) como amenaza a la seguridad no es menos importante que los riesgos ya expuestos. 2023 fue el año de la irrupción de la IA, el año de la presentación en sociedad del ChatGPT y esta revolución también trajo consigo una nueva conciencia de los riesgos, aceleración y transformación que supone una tecnología que aspira a compararse con la inteligencia humana, o incluso a mejorarla o superarla. Es por esto que este será un año fundamental para la regulación de la IA. La más ambiciosa iniciativa en este tenor es la de la UE, que está decidida a convertirse en la primera región del mundo que adopte una ley integral para regular la inteligencia artificial y liderar el salto adelante a nivel global.

No se puede analizar la seguridad europea sin considerar la posibilidad de que Donald Trump regrese a la Casa Blanca. ¿En realidad alentaría a Rusia a atacar a los países de la OTAN que no cumplan con las cuotas de la alianza militar, como afirmó recientemente en Carolina del Sur en medio de un acto electoral? Esta declaración es importante frente a la próxima reunión de ministros de Defensa la OTAN a celebrarse mañana, 15 de febrero . Cabe destacar que la OTAN, vital para la seguridad europea, es la organización militar más fuerte del planeta y que sin la presencia de Estados Unidos pendería de un hilo.

*Doctora en Relaciones Internacionales e Integración Europea. Asociada del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (Comexi) y miembro de la Unidad de Estudio y Reflexión Europa+ del mismo. Miembro de la Red de Europeístas en México. Conferencista, catedrática y colaboradora para diversos medios nacionales e internacionales. Investigadora del Instituto Universitario de Estudios Europeos de la Universidad Autónoma de Barcelona.

Mónica Laborda Sánchez

Este mes se cumplirán dos años de la invasión rusa a Ucrania y puede afirmarse que la seguridad europea continúa en un estado crítico, situación que está teniendo consecuencias globales. En este mundo cambiante y convulso en el que vivimos no se puede entender la seguridad desde el concepto clásico, centrado en la defensa militar de la soberanía, la independencia y la territorialidad del Estado, frente a posibles agresiones externas.

La Conferencia de Seguridad de Múnich, que reúne cada año a las expertos en materia de seguridad y se celebrará del 16 al 18 de febrero, es una oportunidad en la que líderes mundiales podrán discutir sobre las nuevas amenazas que enfrenta el mundo y a las cuales Europa no es ajena. El continente europeo, escenario de dos guerras mundiales, debe lidiar con nuevos riesgos y amenzas a su seguridad que vulneran la posición de la Unión Europea (UE) como potencia global. Son tres los temas en los que debe centrar sus esfuerzos.

En primer lugar, están la escasez de agua y sus consecuencias. En la última edición del Informe de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos en el Mundo la Unesco y ONU-Agua se advierte que la escasez se agravará en las próximas décadas, especialmente en las ciudades, si no se impulsa la cooperación internacional en este ámbito. Ya hoy en día entre dos mil y tres mil millones de personas sufren escasez de agua en el mundo, lo que supone graves riesgos para su subsistencia.

Como consecuencia de la escasez de agua se presenta otra amenaza: la seguridad alimentaria. En octubre de 2023, el Financial Times publicó un artículo en el que vaticinaba el regreso de la crisis del arroz tomando en cuenta las restricciones a las exportaciones y el clima extremo que amenazan el suministro mundial de un producto básico del que dependen millones de personas.

Sin duda otro desafío para la seguridad europea es el desbordamiento humanitario. Las guerras y la violencia han impulsado el desplazamiento forzado a escala mundial hasta una cifra récord estimada de 114 millones según datos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur). Los principales generadores de estos desplazamientos forzados fueron la guerra en Ucrania y los conflictos en Sudán, la República Democrática del Congo y Myanmar, además de la sequía, las inundaciones y la inseguridad que azotan Somalia, así como una prolongada crisis humanitaria en Afganistán.

La Inteligencia Artificial (IA) como amenaza a la seguridad no es menos importante que los riesgos ya expuestos. 2023 fue el año de la irrupción de la IA, el año de la presentación en sociedad del ChatGPT y esta revolución también trajo consigo una nueva conciencia de los riesgos, aceleración y transformación que supone una tecnología que aspira a compararse con la inteligencia humana, o incluso a mejorarla o superarla. Es por esto que este será un año fundamental para la regulación de la IA. La más ambiciosa iniciativa en este tenor es la de la UE, que está decidida a convertirse en la primera región del mundo que adopte una ley integral para regular la inteligencia artificial y liderar el salto adelante a nivel global.

No se puede analizar la seguridad europea sin considerar la posibilidad de que Donald Trump regrese a la Casa Blanca. ¿En realidad alentaría a Rusia a atacar a los países de la OTAN que no cumplan con las cuotas de la alianza militar, como afirmó recientemente en Carolina del Sur en medio de un acto electoral? Esta declaración es importante frente a la próxima reunión de ministros de Defensa la OTAN a celebrarse mañana, 15 de febrero . Cabe destacar que la OTAN, vital para la seguridad europea, es la organización militar más fuerte del planeta y que sin la presencia de Estados Unidos pendería de un hilo.

*Doctora en Relaciones Internacionales e Integración Europea. Asociada del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (Comexi) y miembro de la Unidad de Estudio y Reflexión Europa+ del mismo. Miembro de la Red de Europeístas en México. Conferencista, catedrática y colaboradora para diversos medios nacionales e internacionales. Investigadora del Instituto Universitario de Estudios Europeos de la Universidad Autónoma de Barcelona.