Ejemplo de pasión y entrega, de búsqueda estética y excelencia técnica, de orgullo e inclusión, fue la presencia que tuvo la AXIS Dance Company, que vino desde San Francisco, a presentarse en el Teatro Principal de Guanajuato, durante la 51 edición del Festival Internacional Cervantino.
Y es que, más de allá de tratarse de una de las más famosas agrupaciones de bailarines discapacitados, no discapacitados, así como neuro-diversos, de los Estados Unidos ―país invitado de honor este año de la también llamada “Fiesta del Espíritu” ― las coreografías que se bailaron lograron conmover al público, que en cada descanso aplaudía con fuerza y hablaba, entre voces, de la interesante narrativa de las coreografías, la reconfiguración del espacio escénico y la capacidad expresiva de cada uno de los bailarines.
“Muchas veces, las personas con discapacidades no se sienten incluidos en algunos espacios y por eso es que hemos trabajado muy duro para crear un lugar para todos, a través de nuestras programaciones de danza y de educación, con la intención de que todos los bailarines tienen una casa en nuestro estudio. Esto también lo hacemos para promover que todos son bienvenidos, que todos son tienen a habilidad de bailar y todo puede ser accesible para todos”, explicó Joseph A. Hernández, director de ensayo del grupo, en conferencia de prensa, previa a la presentación.
Durante el espectáculo se presentaron tres de las coreografías más representativas de esta compañía, creada en 1987, siendo la primera de ellas, Historias Rotas, de la coreógrafa española Nadia Adame, directora artística de la compañía, que habla, entre otras cosas sobre el reconocimiento de que nuestras historias de vida son producto de la de nuestros ancestros, un viaje, que en la puesta en escena se ve representado por los coreógrafos que bailan, a veces solitarios, otras en parejas con maletas, que están llenos de papeles o recuerdos.
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La segunda fue Tread, del coreógrafo Ben Levine, exalumno de Choreo-Lab de AXIS, a través del uso de juguetes infantiles con ruedas “nivela” a los bailarines con discapacidades motrices con los que no las tienen, provocando una reorganización espacial y visual de lo que comúnmente entenderíamos como danza contemporánea. Todo acompañado con un extraordinario juego de visuales que dialogaban con la oscuridad del escenario.
En una muestra de soberbia inteligencia kinestésica ―que refiere a la capacidad del control del cuerpo en movimientos coordinados― por parte de los bailarines, que incluso hacía percibir cómo el que poseía una silla de ruedas la controlaba con maestría como un miembro suyo más, la última pieza Desiderata, de Asun Noales, fue una emotiva coreografía que supo expresar la intensidad del erotismo, con todas sus diversidades, las de género, pero también las corporales.
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AXIS Dance Company, también se presentará en el Centro Nacional de las Artes (CENART), el próximo 19 de octubre, a las 17 horas, como parte del Circuito Cervantino.
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