Por ROBERTO RONDERO Como en un fulminante flashback, la historiadio un vuelco: Japón ha ganado la Segunda Guerra Mundial ygobierna Estados Unidos con robots gigantes, es la apuesta en ladeslumbrante novela de Peter Tieryas, Estados Unidos de Japón(Nova, Ediciones B, 406 páginas), un éxito de ventas en el paísasiático, donde ha agotado tres ediciones en tan solo dos semanas,algo insólito para un autor anglosajón prácticamentedesconocido.
De su impacto editorial, Esquire ha reseñado: “Un patchworkperfecto de varios subgéneros de ciencia ficción y animeconvertidos en novela”, mientras Financial Times lo define como“Un acertado retrato de los horrores de la opresión, que estambién una carta de amor a la cultura pop japonesa”. LIBERTAD ALOS NIPOAMERICANOS
Centro de reubicación bélica núm. 51
1 de julio de 1948
8:15
…”Hubo varias señales que anunciaron la muerte de losEstados Unidos de América. Ruth Ishimura, de veinte años de edady encarcelada a cientos de kilómetros en un campo de reubicaciónpara americanos de ascendencia japonesa, no tenía ni idea. Elcampo constaba de barracones destartalados, garitas deconstrucción barata y una alambrada de espino que marcaba elperímetro”.
La primera obra publicada en castellano de Peter Tieryas, quienparadójicamente labora en la industria estadounidense comocaracterizador de personajes en películas como Guardianes de lagalaxia, Alicia en el país de las maravillas y Lluvia dealbóndigas 2, fue una de las lecturas de verano de 2016 según elFinancial Times, luego de convertirse en uno de los títulos degénero más esperados por medios como io9, PublishersWeekly yKirkusReviews.
Un fragmento:
-¿Qué ha pasado ahí fuera?– preguntó una mujer.
Sato miró a los presentes con una sonrisa atolondrada quedesmentía su porte marcial.
-Hemos ganado– anunció.
-¿El qué?
-El gobierno de los Estados Unidos de América ha capituladoesta mañana. Ahora estamos en los Estados Unidos de Japón. Unoscuantos rebeldes se han dado a la fuga e intentan resistir en LosÁngeles, pero no durarán mucho después de lo que pasó ayer.
-¿Qué pasó ayer?
-El Emperador empleó un arma secreta para que los americanos sedieran cuenta de que no tenía nada que hacer. Hay autobuses decamino; llegarán pronto para poneros a todos a salvo. Se osliberará y se os proporcionarán casas nuevas. El Emperador pidiópersonalmente que cuidáramos de vosotros. En los campos hayinternados más de doscientos mil nipoamericanos, que ahora tendránuevas oportunidades en los Estados Unidos de Japón. ¡Larga vidaal Emperador!–gritó.