En el marco de la inauguración oficial de la XXI Feria Internacional del Libro del Zócalo, los amigos y colegas del caricaturista Antonio Helguera, quien falleció en junio pasado, le ofrecieron un homenaje para recordarlo y revalorar no sólo su amistad, sino su inteligencia, su visión analítica y su maestría para dibujar que bien supo conjugar en las decenas de caricaturas que hizo para la prensa.
En el homenaje participó Rafael Pinea, Rapé; Helio Flores, José Hernández, Rafael, el Fisgón, acompañados por la secretaria de Cultura, Vannesa Bohórquez; la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, y la esposa de Antonio Helguera, Alma Muñoz, quienes coincidieron en que la mejor manera de honrar al caricaturista es seguir apreciando su obra, por lo que al final de la presentación se regaló el libro “Antonio Helguera. Su obra en la Jornada, 2010-2020”.
“Era un gran caricaturista y la caricatura debe tener tres condiciones mínimas para ser buena, el contenido, el dibujo y el humor. En México tenemos muchos caricaturistas, pero de todo tipo y últimamente se califica a un caricaturista como bueno o malo según si es de nuestro gusto o no lo es. pero no se fijan los lectores en la calidad del dibujo y contenido como lo tenía Helguera”, refirió Helio Flores.
En ello coincidió Rafael, el Fisgón, al recordar cuando Helguera llegó a un taller de caricatura que él impartía, y desde muy joven mostró su habilidad artística para el dibujo lo que le permitió tener su primer trabajo antes de la mayoría de edad y desde entonces su obra no estuvo a favor de un partido o gobierno sino fue una crítica severa a las administraciones negadas a los derechos de todos.
“Es uno de los grandes representantes de esta tradición de caricatura mexicana que se establece a finales del siglo XIX con Daniel Cabrera y se refina con el trabajo de Jesús Martínez Carreón y se retoma en México en la década de los 50 con Rius y con Helio Flores y Naranjo y tuvo un crecimiento interesante cuando la prensa mexicana busca deshacerse de la tutela del Estado; Antonio empezó a trabajar en ese periodo”, recordó el Fisgón.
En su participación, Claudia Sheinbaum señaló que precisamente la Feria Internacional del Libro del Zócalo busca esa apertura y fomentar la lectura en las personas de a pie que en otras ferias no podrían acudir porque el costo de entrada o el precio elevado de los libros.
“Hay ferias de libros que se leen en los periódicos, se ven en la tele, porque se cobra la entrada y los libros se venden a un precio poco accesible, se invitan a premios nobeles pero no fomentan el derecho a la lectura como nosotros. Esta feria del libro representa que la lectura no es un privilegio sino es un derecho de todos, estamos celebrando la lectura en una ciudad de derechos”, apuntó.
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