Por primera vez, una compañía de ballet integrada únicamente por hombres presentará un espectáculo con tutus y zapatillas de punta para demostrar que el arte no tiene género ni roles específicos. Sus actuaciones serán el 18 y 19 de junio en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, en el marco de la sexta edición del ciclo Entre lenchas, vestidas y musculocas.
Se trata del grupo Mailes on Pointe que surgió durante la pandemia como un ejercicio dancístico para hombres, explicó Iván Félix, fundador e integrante de la compañía. “Comenzó en la pandemia con clases de ballet para chicos y de pronto fue creciendo y nos dimos cuenta que teníamos que ofrecer algo más estructurado y formamos la compañía que ahora se va a presentar por primera vez”, detalló el también integrante de Les Ballets Eloelle, compañía estadounidense.
“La idea principal como tal, no es romper estereotipos sino ofrecer a los chicos que les gusta este arte, un espacio de expresión. Ha sido una sorpresa que ha salido muy bien, porque realmente a muchos les interesa este tipo de ballet y también hay instituciones que nos apoyan y se quieren sumar”, añadió.
La compañía presentará fragmentos de algunos de los ballets clásicos como El lago de los cisnes, El corsario, La muerte del cisne y Go for Barocco, además de creaciones neoclásicas originales. Sobre el escenario, los bailarines interpretarán por igual los roles femeninos y masculinos, en colaboración con artistas del Les Ballets Eloelle de Nueva York, bajo la dirección artística del coreógrafo Víctor Treviño, titular de ambas agrupaciones.
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“No somos un show de drag, usamos este tipo de expresión que es el drag queen para hacer una coreografía de danza, sin roles de género, pero no es un show, sino una coreografía familiar, con bailarines de un alto nivel técnico”, refirió quien fundó la compañía en colaboración con la Fundación Tonatiuh Gómez A.C.
A decir del bailarín, ganador del Premio al Mérito Juvenil en 2014 en Sinaloa, no se trata de rechazar las formas tradicionales de la danza, sino abrir espacio a otras formas de expresión. “Pienso que hay un lugar para todo y hay gente que está acostumbrada al ballet clásico, y eso está bien, pero es momento de pasar a otro punto de la diversidad y formas de expresión y de sentir el arte desde otras perspectivas. No rechazamos lo clásico, sino que queremos darle lugar a lo nuevo”, concluyó.