Muchos capitalinos ubican la Torre Insignia ubicada en Tlatelolco, aunque pocos saben la historia que alberga el rascacielos que se puede observar cuando viajas en la Línea 1 del Metrobús.
Luego de su inauguración el 1962, esta contrucción fue considerada como el segundo edificio más alto de México, sólo después de la Torre Latinoamericana.
Esa obra fue diseñada por el arquitecto Mario Pani y su objetivo era albergar el Banco Nacional de Obras Públicas (Banobras), pero eso cambió en 1985 cuando el terremoto que azotó la Ciudad de México la dejó en completo abandono.
¿Qué fue de la Torre Insignia?
A pesar de que la Torre Insignia no sufrió afectaciones tras el movimiento telúrico que sacudió la capital, fue inspeccionado en múltiples ocasiones, por lo que se llegó a decir que era uno de los edificios altos más seguros de la capital.
Sin embargo, esto no fue suficiente, pues varios edificios de Mario Pani no tuvieron el mismo destino y sufrieron graves afectaciones en el terremoto del 85, por lo que su reputación afectó también la del imponente rascacielos.
Desde entonces quedó abandonado y no fue hasta 2008 que el edificio fue adquirido por la inmobiliaria estadounidense Cushman & Wakefield y la rebautizaron la torre como "Corporativo Tlatelolco".
El carrillón de la Torre Insignia
El gobierno de Bélgica le regaló a la Ciudad de México un carrillón de 26 toneladas con 47 campanas de bronce que fue instalado en la punta del edificio. Algunos vecinos mencionan que las campanas se llegaron a escuchar en Navidad y Año Nuevo.
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Actualmente, en la Torre Insignia o el Corporativo Tlatelolco, se usa para la renta de oficinas. Aquí se han albergado delegaciones de la Secretaria de Salud capitalina y de la Secretaría de Educación Pública (SEP)