La cita con la historia puso otra vez a Brasil en el camino de México para llegar a la gloria.
Sin embargo, el árbitro marcó un penalti rigorista cuando los brasileños iban abajo en el marcador 1-0 y de ahí la historia cambió: en tiempo de compensación lograron dar la vuelta y Brasil es campeón del Mundial en la categoría Sub-17.
Las lágrimas de Alí Ávila, Víctor Guzmán, Santiago Muñoz, entre otros, fue el mismo de miles de mexicanos. El coraje por la forma en que Brasil recuperó los signos vitales y luego le dio la vuelta al juego, fue el motivo de tanto llanto.
El lituano Andris Treimanis recurrió al VAR y por decisión propia, le dio un penalti dudoso a los de casa. Kaio Jorge con un tiro raso empató el juego en el último suspiro del juego.
México se diluyó anímicamente, Lázaro, desde la banca, entró y anduvo. Él fue el otro verdugo de los aztecas.
Con polémica, mucho debate, Brasil le arrebató el tercer título a nivel Sub-17 a México. El tanto de Bryan González hizo suspirar a todo el país, pero no alcanzó.
El Tricolor es digno subcampeón.
Por cuarta vez en los últimos 14 años, México llegó a la final, lo que confirma que se ha convertido en una potencia a nivel juvenil. Dos títulos y un subcampeonato lo avalan, además de que cuenta también con presencia en el cotejo por el tercer lugar de la edición del 2015.