El pasado sábado 11 de febrero, el portero belga Arne Espeel falleció a los 25 años de edad tras desplomarse sobre el terreno de juego momentos después de detener un penalti a un equipo aficionado.
El partido se disputaba en el campo del club Winkel Sport B, en Sint-Eloois-Winkel, en la provincia de Flandes Occidental.
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El Winkel Sport B, que juega en la segunda división provincial del Brabante Occidental belga, ganaba por 2-1 al Westrozebeke cuando su rival dispuso de un penalti en la segunda parte.
Según la prensa belga, Espeel detuvo el lanzamiento, pero cayó al suelo inmediatamente después.
Los servicios de emergencia se apresuraron a ayudar al jugador e intentaron reanimarlo con un desfibrilador, pero fue declarado muerto poco después de ser trasladado a un hospital.
El club emitió un comunicado en el que expresó su pesar por la pérdida de Espeel y envió sus condolencias a la familia y amigos del jugador. Según el diario Het Nieuwsblad, más de mil personas acudieron el lunes por la tarde a rendir homenaje a Espeel.
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Este trágico suceso ha conmocionado al mundo del fútbol belga y ha llevado a la reflexión sobre la necesidad de mejorar la seguridad en el deporte y la atención a la salud de los jugadores, incluso en niveles amateurs.
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