El compositor de la música para la ceremonia inaugural de Tokio 2020, Keigo Oyamada, renunció este lunes luego del escándalo que surgió a causa de unas entrevistas que salieron a la luz y expusieron un lado poco amable del artista.
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En una serie de entrevistas publicadas entre 1994 y 1995 por una revista nipona, el músico confesó que durante su infancia había acosado a compañeros de clase que eran discapacitados y que no sentía "ningún arrepentimiento".
Aunque las declaraciones se dieron hace ya varios años, las redes sociales se encargaron de revivirlas y se volvieron tendencia en Japón, donde los usuarios criticaron fuertemente sus acciones y condenaron el hecho de que sus composiciones no fueran eliminadas de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de la capital nipona.
Disculpas que no sirvieron
Anteriormente, Oyamada había pedido "sinceras disculpas" a través de Twitter por "haber incomodado a mucha gente" y por sus "acciones extremadamente inmaduras".
Por su parte, los organizadores de Tokio 2020 calificaron su comportamiento de "inapropiado" pero el sábado pasado defendieron el hecho de que el compositor siguiera involucrado en los Juegos.
"Teniendo en cuenta la cercanía de la ceremonia inaugural, espero que él continúe contribuyendo", dijo el director Ejecutivo de los Juegos, Toshiro Muto.
Aceptan su renuncia
Por medio de un comunicado, el comité organizador decidió aceptar la dimisión del músico y calificó sus acciones de "absolutamente inaceptables".
Los organizadores llegaron a la conclusión de que su decisión en un principio de continuar con la participación de Oyamada, había sido "errónea" y también pidieron disculpas "por la ofensa y la confusión" causadas.
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La renuncia del músico se suma a una interminable lista de escándalos protagonizados por los anfitriones que han disminuido la popularidad del evento deportivo.
Con información de EFE
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