/ jueves 28 de diciembre de 2023

¿Ya caíste? Te contamos por qué celebramos el Día de los Santos Inocentes

La gente acostumbra a hacer bromas este día y después revelarlo bajo la famosa frase: "Inocente palomita que te dejaste engañar"

Cada 28 de diciembre la gente se mantiene alerta ante cualquier engaño del que pueda ser víctima por el Día de los Santos Inocentes, pero ¿cuál es el origen de esta celebración y por qué se acostumbra a hacer bromas?

La historia se remonta a hace 2 mil años, cuando invadido por la ira y envidia, el rey Herodes I, conocido como "El Grande", ordenó una gran matanza de niños, a quienes llamaron Santos Inocentes.

Todo ocurrió, según la religión católica, con el nacimiento del niño Jesús, hecho que llamó la atención de algunos reyes, que guiados por una estrella, emprendieron su viaje hasta Belén para adorarlo, al ser el verdadero hijo de Dios y próximo rey de los judíos.

En su intento por evitar que esto último ocurriera, Herodes ordenó asesinar a todos los menores de 2 años; sin embargo, Jesús logró salvarse porque un ángel se le apareció a su padre José y le ordenó huir ante el peligro.

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La Biblia señala que cientos de niños murieron y sus almas se elevaron al cielo, es por eso que se les recuerda como Santos Inocentes, además de que Herodes vivió engañado por años creyendo que había asesinado al rey de los judíos.

¿Por qué se hacen bromas el Día de los Santos Inocentes?

La masacre por la que surgió el Día de los Santos Inocentes se desvirtuó en la Edad Media con la llamada “fiesta de los locos”, que se celebraba en Europa entre el 24 y 31 de diciembre.

En este festejo, donde la gente, con disfraces y al ritmo de la música, aprovechaba para cometer todo tipo de excesos hasta que finalmente, el rey Felipe II decidió prohibirlos.

Con el tiempo, estos actos fueron sustituidos por bromas o el pedir algo prestado y que sería devuelto hasta el 2 de febrero. Posteriormente, se comenzaron a celebrar las llamadas “inocentadas”, en las que se confundió el término de inocente, siendo aquel "que no hace daño a nadie, ingenuo o tonto”.

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En España se utilizaba la frase: “Herodes mandó a Pilato, Pilato mandó a su gente y el que presta este día es un inocente”, pero en México se cambió a: "Inocente palomita que te dejaste engañar en este Día de los Inocentes, que en nadie debes confiar".

Cada 28 de diciembre la gente se mantiene alerta ante cualquier engaño del que pueda ser víctima por el Día de los Santos Inocentes, pero ¿cuál es el origen de esta celebración y por qué se acostumbra a hacer bromas?

La historia se remonta a hace 2 mil años, cuando invadido por la ira y envidia, el rey Herodes I, conocido como "El Grande", ordenó una gran matanza de niños, a quienes llamaron Santos Inocentes.

Todo ocurrió, según la religión católica, con el nacimiento del niño Jesús, hecho que llamó la atención de algunos reyes, que guiados por una estrella, emprendieron su viaje hasta Belén para adorarlo, al ser el verdadero hijo de Dios y próximo rey de los judíos.

En su intento por evitar que esto último ocurriera, Herodes ordenó asesinar a todos los menores de 2 años; sin embargo, Jesús logró salvarse porque un ángel se le apareció a su padre José y le ordenó huir ante el peligro.

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La Biblia señala que cientos de niños murieron y sus almas se elevaron al cielo, es por eso que se les recuerda como Santos Inocentes, además de que Herodes vivió engañado por años creyendo que había asesinado al rey de los judíos.

¿Por qué se hacen bromas el Día de los Santos Inocentes?

La masacre por la que surgió el Día de los Santos Inocentes se desvirtuó en la Edad Media con la llamada “fiesta de los locos”, que se celebraba en Europa entre el 24 y 31 de diciembre.

En este festejo, donde la gente, con disfraces y al ritmo de la música, aprovechaba para cometer todo tipo de excesos hasta que finalmente, el rey Felipe II decidió prohibirlos.

Con el tiempo, estos actos fueron sustituidos por bromas o el pedir algo prestado y que sería devuelto hasta el 2 de febrero. Posteriormente, se comenzaron a celebrar las llamadas “inocentadas”, en las que se confundió el término de inocente, siendo aquel "que no hace daño a nadie, ingenuo o tonto”.

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En España se utilizaba la frase: “Herodes mandó a Pilato, Pilato mandó a su gente y el que presta este día es un inocente”, pero en México se cambió a: "Inocente palomita que te dejaste engañar en este Día de los Inocentes, que en nadie debes confiar".

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