La capa de ozono cumple un papel fundamental para la conservación de la vida en la Tierra. Debido a la emisión de contaminantes como el dióxido de carbono, esta se ha ido reduciendo a niveles que ponen en riesgo la salud de los seres vivos.
Frente a este problema, diversos países del globo han unido esfuerzos para disminuir el daño a la capa de ozono y prevenir enfermedades y daños irreversibles, tanto en humanos como en animales.
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Descubrimiento del agujero prendió las alarmas
Fue en mayo de 1985 cuando la comunidad internacional se alarmó luego de que un grupo de científicos descubrieron un agujero en la capa de ozono.
Anteriormente, los expertos habían advertido que productos químicos como los clorofluorocarbonos, que son utilizados en la fabricación de aerosoles, disolventes y refrigerantes, dañaban de manera progresiva el ozono.
Tras el fatídico descubrimiento, los organismos internacionales implementaron un acuerdo para reducir y reparar la capa de ozono, el llamado Protocolo de Montreal. Este acuerdo consiste en eliminar de manera gradual, hasta no usarlos, cerca de 100 productos químicos sintéticos dañinos.
Este acuerdo se ha cumplido a cabalidad, ya que el último informe remarca que el 99 por ciento de estos productos han sido eliminados, lo cual trae esperanzas para las próximas generaciones.
Recuperación de la capa de ozono
El pasado lunes 9 de enero la ONU dijo que para 2066 la capa de ozono se habrá recuperado totalmente gracias al cumplimiento del Protocolo de Montreal.
Los científicos señalaron que, si se mantienen las políticas actualmente en vigor, para 2066 la capa de ozono en la Antártica se habrá recuperado a los niveles que tenía en 1980. En el Ártico, la recuperación se producirá más rápidamente, en 2045, mientras que en el resto del mundo será en 2040.
La secretaria ejecutiva del Secretariado del Ozono del Programa del Medio Ambiente de la ONU, Meg Seki, calificó las conclusiones de los científicos como "una noticia fantástica".
"El impacto que el Protocolo de Montreal ha tenido en la mitigación del cambio climático no puede ser ignorado. Durante los pasados 35 años, el Protocolo ha sido un verdadero defensor del medioambiente", añadió Seki.
Desde la firma del Pacto de Montreal se han añadido enmiendas para eliminar otros agentes tóxicos, una de ellas fue agregada en el 2016 donde se pactó la eliminación paulatina del uso de hidrofluorocarburos (HFC), que si bien no dañan el ozono directamente, contribuyen al cambio climático.
La eliminación de los HFC reducirá el calentamiento global entre 0.3 y 0.5 grados centígrados de aquí al 2100, asegura el panel de científicos del Pacto.
Otra intervención del ser humano para recuperar la capa de ozono ha sido la Inyección Estratosférica de Aerosoles (IEA) que ha sido propuesta como un posible método para limitar la cantidad de luz solar que llega a la superficie de la Tierra y así reducir el cambio climático.
Sin embargo, los expertos advierten sobre los posibles efectos negativos de dicha inyección en la estratosfera ya que podría afectar las temperaturas de la estratosfera, la circulación y producción de ozono así como las tasas de destrucción y transporte del gas.
La capa de ozono, u ozonosfera, es una zona de la estratosfera que protege el planeta de los rayos ultravioleta emitidos por el Sol. La ozonosfera absorbe entre el 97 y 99 por ciento de la radiación ultravioleta.
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Sin la protección del ozono, un gas compuesto por tres átomos de oxígeno, la radiación ultravioleta del Sol dañaría de forma irreversible la vida sobre el planeta
|| Con información de EFE ||