Para celebrar y dar regalos el día de las madres muchos piensan en flores o en una comida familiar, pero el descanso que muchas de ellas, sobre todo las que son nuevas madres, no suele ser el adecuado, lo que genera una fuente de angustia para ellas.
Muchos bebés son incapaces de volverse a dormir después de haber despertado por la noche, y esto repercute en la calidad del sueño de las madres, provocando fatiga, entre otras consecuencias.
De hecho, la interrupción prolongada del sueño está asociada con el riesgo de que las madres desarrollen trastornos del estado de ánimo así como depresión postparto y ansiedad.
Muchas de las madres suelen luchar con el sueño fragmentado e ineficiente, ya que deben atender a sus bebés que se despiertan con frecuencia por la noche, aunque existen casos de madres que no logran conciliar el sueño en toda la noche porque se sienten ansiosas de que su bebé se despierte en cualquier momento de la noche.
Los padres suelen experimentar diferentes grados de insomnio cuando cuidan a bebés pequeños de menos de 6 meses y muchos de ellos continúan teniendo problemas para dormir durante varios meses.
Existe un estudio de mujeres con bebés de 6 a 12 meses que encontró que la mitad de ellas tenían un mal sueño. Los bebés tenían un promedio de 2.4 despertares por noche y solamente uno de cada 5 no podía dormir. En ese estudio también se descubrió que la mala calidad del sueño de las madres estaba relacionada con el aumento de los síntomas de ira y la depresión.
Estos sentimientos crean diversos desafíos para la crianza del bebé, ya que la madre suele tener más dificultades para encontrarse bien emocionalmente. En algunos casos los padres aportan sus esfuerzos para la crianza de los hijos y obtener un sueño de buena calidad promueve el compromiso de las madres con sus bebés.
El estrés que genera la crianza de un bebé, se puede reducir apoyando el sueño de las madres y de los mismos bebés.
Sin embargo, las familias, los proveedores de atención médica y las comunidades pueden apoyar el sueño de las madres de varias maneras: Para las madres que amamantan, las parejas pueden participar en el sueño del bebé durante la noche, también existe la posibilidad de que la madre pueda beneficiarse de un periodo de sueño temprano en la mañana. Varias investigaciones han relacionado una mayor participación de la pareja en el cuidado infantil con un mejor sueño para las madres y los bebés.
Las familias también pueden llegar a usar rutinas para la hora de acostarse y los padres pueden considerar hacer la transición de los bebés mayores a 6 meses, a sus espacios y habitaciones para dormir, ya que se ha demostrado que los bebés que duermen solos tienen un sueño más tranquilo y más prolongado.
Los proveedores de atención médica pueden enseñar técnicas a los padres sobre los patrones de sueño de los bebés, mientras que los miembros de la comunidad así como la familia y los amigos pueden brindar ayuda práctica, así como pasar tiempo con el bebé durante el día para que la mamá pueda dormir la siesta, pero sobre todo tener un oído empático para que las madres no se sientan solas.
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