En una semana, Miguel estuvo en México, Estados Unidos, España, Francia, Londres y Alemania, sin saber que unos días después de su regreso a Ciudad Juárez daría positivo a Covid-19. Lo primero que hizo al saberlo fue tratar de recordar con cuántas personas había estado y su preocupación fue más grande al pensar a cuántas de ellas pudo haber contagiado.
La ruta de viaje que siguió Miguel, quien es alumno de medicina, inició el 1 de marzo al viajar por tierra a El Paso, Texas, y de ahí en avión doméstico a Los Ángeles. Ese mismo día voló a Madrid, España, y de ahí a París, donde permaneció hasta el 9 de marzo. Ese día tomó el avión rumbo a Londres para regresar a Los Ángeles, pero durante su estancia en París viajó por tren para conocer Alemania en donde permaneció por dos días.
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“Como estudiante de medicina sabía que la infección podría no generarme muchos problemas de salud, pues no padezco de enfermedades crónicas, por lo que mi preocupación fue hablar con la gente con la que conviví en mi viaje, mis compañeros, pensé que desde que salí de casa me crucé con cientos de personas en esos ocho días, viajé en aviones con cientos de personas, acudí a un seminario en el que participamos miles de estudiantes; en mi encierro hice el ejercicio de ver a cuántas personas podría haber infectado y ahí sí me espanté, eran como dos mil; fue como darme cuenta cómo la enfermedad se ha expandido como pólvora”, narra a solicitud de El Sol de México.
TEMA MERAMENTE MIGRATORIO
El caso de Miguel, quien se encuentra recuperándose en El Paso, demuestra, según Alejandro Díaz, experto en medicina global, cómo la migración y las fronteras se vuelven “porosas” al recibir a gente que estuvo en diferentes lugares por lo que, a pesar de ser una medida extrema, el cierre de fronteras es necesario para evitar la propagación de epidemias como la de Covid-19.
“Más que ser una enfermedad infecto-contagiosa, el Covid 19 ha sido un tema meramente migratorio, ya que 100 por ciento de los casos fuera de China fueron importados y actualmente está presente, sólo cuatro meses después de haberse registrado el primer caso en Wuhan, en 210 países, lo que demuestra la capacidad de exportación del virus”, explicó Díaz.
Manifestó que el caso de Miguel es un ejemplo característico en el cual las personas dedicadas al estudio profundo de la migración mundial demuestran cómo una persona con cualquier enfermedad infecto contagiosa, como tuberculosis, o de transmisión sexual, así como infecciones respiratorias, puede transportar el virus sin ningún problema.
“Mil 500 millones de personas se trasladan todos los años en el mundo, lo que hace posible que una persona vaya de un lado del mundo al otro en menos de 24 horas y los virus, bacterias, hongos y microbacterias no tienen palabra de honor ni requieren visa ni pasaporte, por lo que y pueden cruzar sin ningún problema por estas fronteras porosas”, señaló el también pediatra, alergólogo e inmunólogo.
Díaz externó que esto demuestra lo importante de la práctica del examen médico que sólo cinco países: Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda y el Reino Unido, aplican como requisito en los procesos migratorios.
CONTACTO CON AL MENOS MIL 200 PERSONAS
El también delegado de la Organización Mundial de la Paz en la franja fronteriza entre México y Estados Unidos estimó que solamente por el número de vuelos, la capacidad de las aerolíneas y trayecto del viaje una persona como Miguel estuvo en contacto con cerca de mil 200 personas, aunque desde que salió hasta que volvió a casa pudieron ser hasta 4 mil.
Al retomar la medida del cierre parcial de la frontera dijo que la decisión del presidente Trump fue acertada, porque ello evitará la propagación de la enfermedad, al igual que las medidas adoptadas por la mayoría de las naciones bajo la orden de quedarse en casa.
“Esta es una buena medida, aunque drástica, considero que es una extraordinaria manera de poder disminuir el impacto brutal de la enfermedad, no sólo en la salud sino en lo económico. A grandes males grandes remedios”, dijo tras destacar que todas las personas que sientan que tienen algún padecimiento y que se sientan enfermas no deben salir de casa y consultar a un médico.
El doctor Díaz dijo que espera que países cercanos a los Estados Unidos tomen acciones similares, particularmente países fronterizos donde sale y entra tanta gente, por lo que se pronunció por copiar ese modelo como lo está haciendo la Unión Europea y Canadá, entre otros.
ATENCIÓN A LA SALUD DE LOS MIGRANTES
Para él, esta pandemia no sólo requiere del conocimiento médico y científico sino también epidemiológico, migratorio y global porque sólo de esa forma se puede entender en su totalidad de qué se trata y cómo se puede ayudar de una manera más efectiva.
Alejandro Díaz, quien es experto en medicina global, ha insistido en la importancia de que los gobiernos de todos los países, incluido el de México, pongan particular atención a los temas de salud de los migrantes para brindarles mejores condiciones a quienes deciden probar suerte en otras regiones del mundo.