Pese a las expectativas en contra, el actor y también presidente de la Comisión de Cultura y Cinematografía de la Cámara de Diputados, Sergio Mayer, convenció y divirtió al público que asistió al estreno del monólogo Defendiendo al cavernícola en el teatro López Tarso, donde destacó la presencia de su esposa Isabella Camil y de su hijo Sergio Mayer Mori.
Con un pequeño retraso, la obra comenzó minutos después de las 21:00 horas con un escenario donde destacaba una sala de piedra maciza y una pantalla, un hogar muy al estilo de Los picapiedra.
Mayer se plantó en el escenario en medio de una cálida bienvenida llena de aplausos y llamó la atención por su atuendo, una camisa que parecía piel de leopardo muy ajustada y que por momentos pareciera parte del show de Sólo para mujeres, pero borró todo mal comentario cuando inició con su monólogo y poco a poco se adueñó de la audiencia, incluso, empezó a provocar algunas risas al burlarse un poco de su trabajo legislativo y de sí mismo.
El lenguaje fue muy suelto, con palabras altisonantes y muy coloquiales, frases que abundan en la ciudad y con las cuales se refería a los supuestos problemas matrimoniales de cualquier pareja. El sarcasmo y la elocuencia de Mayer convenció en este personaje, mismo que hace siete años realizó bajo la producción de Morris Gilbert cuando César Bono se enfermó y tuvo que ser reemplazado.
El mismo César Bono estuvo en las primeras filas disfrutando de esta nueva temporada del monólogo que dominó ampliamente a inicios del año 2000 y elogió el trabajo de Mayer, de quien dijo, es un actor muy preparado y profesional, pues a él le consta que dedicó cuerpo y alma a los ensayos y los preparativos.
Mayer en una parte de su actuación enfatizó estar acostumbrado a que se rían y burlen de él por sus comentarios y “patinazos” en redes sociales, “pero es muy padre hacer reír a la gente de manera voluntaria y que en lugar de críticas te regalen aplausos”, expresó en su monólogo.
Mayer dejó al servidor público en su camerino, pues resultó ser un cavernícola bastante mal hablado, pero divertido, simpático y hasta gracioso, hizo reflexionar al público en momentos, pero en otros, mostró su buena preparación para ser chistoso.
Su hijo a la llegada al teatro, comentó que ya había visto parte de los ensayos y dijo que su papá mostraba un gran trabajo actoral.
A gran parte de los chistes se les incorporaron elementos contemporáneos como Netflix, el #Metoo, pero también el inmortal Chabelo y la eterna Maribel Guardia, y hasta hubo referencias al Presidente Andrés Manuel López Obrador, cuya imagen apareció proyectada en una de las pantallas, y ante lo cual, Mayer dijo: “¡Ay, qué horror!”, y tras ello le cambió “al canal” rápidamente. Ése, en específico, fue uno de los momentos que más aplausos le valieron.
Sin duda, Sergio Mayer demostró ser un verdadero cab…vernícola.