El nerviosismo se apoderó afuera de las oficinas de Andrés Manuel López Obrador, cuando Leovaldo “N”, de 47 años de edad, amenazó con inmolarse sobre Calle Chihuahua 2016, esquina con Monterrey, en la Colonia Roma, dentro de la Delegación Cuauhtémoc, alrededor de las 12 horas.
Detrás de Leovaldo, una manta colgaba con el mensaje de “Manifestante. Embrujado, quiero justicia, libertad” y emitía un fuerte olor a thinner, lo que hizo pensar a los presentes que en cualquier momento se prendería fuego con el objetivo de ser escuchado por el personal que atienden las oficinas del tabasqueño.
La situación de miedo provocó la expectativa tanto de reporteros como de visitantes en las inmediaciones, por lo que se replegaron e intentaron persuadir al sujeto que desesperado sostenía un encendedor cerca de su ropa que, también expedía el olor al solvente.
Personal de la Oficina de Atención Ciudadana del presidente electo reaccionaron con rapidez y al salir, pudieron despojar al quejoso de la manta que colgaba a sus espaldas, fue entonces que, al atenderlo personalmente, supieron que Leovaldo acudió a Derechos Humanos para pedir ayuda ya que considera que su familia paga para enloquecerlo, y mostró los documentos que avalan su actuar ante la situación que vive, y por la que acudió a solicitar la ayuda transportado en una bicicleta.
Dentro de las versiones del masculino, quien además padece de sordera, también dijo haber perdido el conocimiento durante ocho horas hace unos días, debido a que alguno de sus conocidos agregó una sustancia a su cerveza y que la mafia del poder le genera este tipo de reacciones.
Quienes lo atendieron, sugieren que Leovaldo pueda tener una condición mental que atender, aunque no dejarán de lado su proceder legal contra lo que el afectado considera, es una conspiración familiar y social según su testimonio.