Es como intentar acabar con los síntomas del Covid-19 aplicando un tratamiento a base de aspirina, así calificó Gerardo López Becerra, representante del Consejo para el Desarrollo del Pequeño Comercio (ConComercio) los apoyos económicos anunciados por el Gobierno de la Ciudad de México.
El también expresidente de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo en Pequeño de la Ciudad de México (Canacope Servytur) consideró en entrevista para El Sol de México que los créditos no curan la pandemia financiera en la que se encuentra el pequeño comercio local.
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Se calcula que han cerrado 200 mil pequeños negocios en la ciudad y con la vuelta al semáforo rojo, y el consiguiente paro económico de la actividad no esencial, establecido del 19 de diciembre al 10 de enero, entre 50 y 100 mil pequeños comercios podrían correr la misma suerte.
Para mitigar los efectos de este nuevo confinamiento, el gobierno anunció la entrega de 50 mil créditos de 10 mil pesos a micro y pequeñas empresas, un pago único de dos mil 200 pesos a trabajadores del sector restaurantero y la exención del impuesto sobre la nómina al comercio establecido del Centro Histórico.
Para el representante de ConComercio estas acciones se quedan cortas para la crisis. “Están tratando de remediar una pandemia económica con una aspirina para los negocios que iban a intentar ampliar su venta en diciembre, la época más importante del calendario comercial”.
Lo que se requiere, dijo, es una suerte de Plan Marshall para el rescate del comercio en pequeño, en referencia al apoyo que entregó Estados Unidos para ayudar a la reconstrucción de Europa occidental, devastada por la Segunda Guerra mundial. De ese tamaño es la crisis y de ese tamaño debe ser la cura, subrayó.
“Hablar de créditos de 10 mil pesos para negocios que están perdiendo ventas por arriba de los 100 mil pesos. Pequeños negocios tenían la expectativa de vender en un día esos 10 mil pesos que ofrecen como crédito para toda esta jornada (diciembre-enero). Sería como para causar risa sino fuera tan trágico el asunto”, reconoció el representante de ConComercio.
Por su parte, Guillermo Gazal, líder de la agrupación de Empresarios y Comerciantes Unidos para la Protección del Centro Histórico (Procentrhico), reconoció que se necesita orden, pero no se puede vivir con una autoridad improvisadora.
"En el Centro Histórico no necesitamos limosnas, no es ser jactancioso ni pretencioso, queremos trabajar, queremos mecanismos reales para reactivar la economía. Mucha gente tiene en el Centro Histórico el argumento muy válido, o me muero de Covid o me muero de hambre”, admitió.
Al igual que López Becerra, opinó que los préstamos que ofrecen de 10 mil pesos, si acaso representa el pago de salarios de media quincena; mientras que la cancelación de algunos impuestos en poco ayudan, por lo que, expresó, no hay una estrategia real para que los comerciantes puedan solventar los gastos esenciales en este nuevo paro de actividades.
Con información de Manuel Cosme