/ miércoles 15 de diciembre de 2021

Reclusorio Norte y Oriente quedaron rebasados

Debido a la prisión preventiva se carga la mayor cantidad de personas en los centros varoniles

Dos cárceles que pertenecen al Sistema Penitenciario de la Ciudad de México están por encima de la capacidad que tienen para atender reos, una situación que las autoridades y organizaciones sociales coinciden se debe a la prisión preventiva.

Los dos centros penitenciarios que han rebasado su nivel son el Reclusorio Preventivo Varonil Norte, con capacidad para 6 mil 92 personas, pero que hoy tiene 7 mil 282 -es decir mil 258 presos más- y el Reclusorio Preventivo Varonil Oriente, donde pueden ingresar máximo 6 mil 208 reos, pero ahora tiene 8 mil 193, dos mil 33 personas por encima de su capacidad.

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La prisión preventiva se aplica a las personas detenidas mientras se resuelve su responsabilidad en el delito, por lo que deben esperar en las cárceles el tiempo de la investigación.

“No es lo mismo hablar de sobrepoblación que sobreocupación, pues en el segundo caso se refiere a las personas que tienen que estar privadas de su libertad y que en su calidad de procesados y no sentenciados, deben estar en un reclusorio preventivo, por ello se carga la mayor cantidad de ingresos en los Reclusorios Norte y Oriente que tienen los periodos más largos de egresos provenientes de los juzgados”, explicaron las autoridades del sistema penitenciario a El Sol de México.

José Luis Gutiérrez, director general de la fundación de Asistencia Legal comentó que la sobrepoblación se debe al uso y abuso de la prisión preventiva, lo que lleva a muchas personas a esperar en prisión en lo que se define su situación. Planteó que para evitar la sobrepoblación es necesario reducir esta modalidad pues tiene que ser la excepción, no la regla.

“Y no tienen que mandarse todos los casos a prisión preventiva, entonces, tiene que haber alternativas a la prisión preventiva, esa es la solución, por eso los problemas del sistema penitenciario son ocasionados por el sistema de procuración y administración de justicia”, señaló.

El Centro Femenil de Reinserción Social Santa Marta es otro penal que corre el riesgo de rebasar su nivel. Pueden ingresar máximo mil 581 mujeres y actualmente tiene a mil 432, está a 149 personas de exceder su cupo.

Nancy Carmona, coordinadora de Políticas Públicas de Equis Justicia para las Mujeres A.C., explicó que la sobrepoblación se puede atribuir a dos factores: la ampliación del catálogo de delitos que ameritan prisión preventiva y la dilación en la procuración de justicia, que en el caso de las mujeres es mayor.

“A nivel general me atrevería a decir que sí hay un uso excesivo de la prisión preventiva, en el sentido de que justo se va engrosando este catálogo de delitos, algunos totalmente justificados como aquellos que va contra la violación de derechos humanos, es decir. la desaparición forzada, feminicidios, delincuencia organizada, pero hay otros que quizá, como el delito que recientemente se incorporó, el uso de programas sociales con fines electorales, amerita repensar qué tanto estas visiones punitivas de sanción en realidad nos están llevando a solucionar los problemas”, cuestionó.

Ambas asociaciones coinciden que la sobrepoblación genera hacinamiento, por ende se corre más riesgo de riñas entre reos y hace más propicia la corrupción, pues se generan prácticas como pagar por espacios o por el acceso a recursos básicos, como los alimentos.



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Dos cárceles que pertenecen al Sistema Penitenciario de la Ciudad de México están por encima de la capacidad que tienen para atender reos, una situación que las autoridades y organizaciones sociales coinciden se debe a la prisión preventiva.

Los dos centros penitenciarios que han rebasado su nivel son el Reclusorio Preventivo Varonil Norte, con capacidad para 6 mil 92 personas, pero que hoy tiene 7 mil 282 -es decir mil 258 presos más- y el Reclusorio Preventivo Varonil Oriente, donde pueden ingresar máximo 6 mil 208 reos, pero ahora tiene 8 mil 193, dos mil 33 personas por encima de su capacidad.

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La prisión preventiva se aplica a las personas detenidas mientras se resuelve su responsabilidad en el delito, por lo que deben esperar en las cárceles el tiempo de la investigación.

“No es lo mismo hablar de sobrepoblación que sobreocupación, pues en el segundo caso se refiere a las personas que tienen que estar privadas de su libertad y que en su calidad de procesados y no sentenciados, deben estar en un reclusorio preventivo, por ello se carga la mayor cantidad de ingresos en los Reclusorios Norte y Oriente que tienen los periodos más largos de egresos provenientes de los juzgados”, explicaron las autoridades del sistema penitenciario a El Sol de México.

José Luis Gutiérrez, director general de la fundación de Asistencia Legal comentó que la sobrepoblación se debe al uso y abuso de la prisión preventiva, lo que lleva a muchas personas a esperar en prisión en lo que se define su situación. Planteó que para evitar la sobrepoblación es necesario reducir esta modalidad pues tiene que ser la excepción, no la regla.

“Y no tienen que mandarse todos los casos a prisión preventiva, entonces, tiene que haber alternativas a la prisión preventiva, esa es la solución, por eso los problemas del sistema penitenciario son ocasionados por el sistema de procuración y administración de justicia”, señaló.

El Centro Femenil de Reinserción Social Santa Marta es otro penal que corre el riesgo de rebasar su nivel. Pueden ingresar máximo mil 581 mujeres y actualmente tiene a mil 432, está a 149 personas de exceder su cupo.

Nancy Carmona, coordinadora de Políticas Públicas de Equis Justicia para las Mujeres A.C., explicó que la sobrepoblación se puede atribuir a dos factores: la ampliación del catálogo de delitos que ameritan prisión preventiva y la dilación en la procuración de justicia, que en el caso de las mujeres es mayor.

“A nivel general me atrevería a decir que sí hay un uso excesivo de la prisión preventiva, en el sentido de que justo se va engrosando este catálogo de delitos, algunos totalmente justificados como aquellos que va contra la violación de derechos humanos, es decir. la desaparición forzada, feminicidios, delincuencia organizada, pero hay otros que quizá, como el delito que recientemente se incorporó, el uso de programas sociales con fines electorales, amerita repensar qué tanto estas visiones punitivas de sanción en realidad nos están llevando a solucionar los problemas”, cuestionó.

Ambas asociaciones coinciden que la sobrepoblación genera hacinamiento, por ende se corre más riesgo de riñas entre reos y hace más propicia la corrupción, pues se generan prácticas como pagar por espacios o por el acceso a recursos básicos, como los alimentos.



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