Los reportes por robo de cuentas de WhatsApp de los capitalinos han crecido hasta siete veces en lo que va del año, según el registro de atención del Consejo Ciudadano para la Seguridad y la Justicia La gravedad del problema del robo de identidad, según explica Salvador Guerrero Chiprés, presidente del Consejo Ciudadano, se identificó entre enero y febrero de este año, cuando sus telefonistas atendieron 139 reportes por ese delito. En el mismo periodo del año pasado, solo atendieron 18.
Édgar fue una de las víctimas del hackeo de su cuenta de WhatsApp. Su teléfono celular repentinamente lo sacó de todas sus aplicaciones y le comunicó que su número de esa red estaba en otro número. “Eso fue como a las 6 de la mañana, tres horas después amigos y conocidos me empezaron a hablar a mi casa para preguntarme si estaba bien y me contaron que, por medio de WhatsApp, estaban solicitando dinero a mi nombre para el hospital y medicinas”, narró en entrevista.
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Asegura que fue un verdadero martirio recuperar su cuenta, pero lo logró luego de muchos trámites y un tiempo de seis meses. Tuvo que escanear y mandar a Meta sus identificaciones, comprobantes y capturas de pantallas para demostrar que era el dueño de ese número.
No presentó ninguna denuncia. “¿Contra quién? contra el fantasma nunca va, nunca supimos quién fue, pidieron dinero, entre dos mil y 10 mil pesos, hubo personas que cayeron”, agregó.
Salvador Guerrero calificó esta situación como un “evento pandémico”, pero la magnitud del problema es desconocida porque impera la cifra negra que, reconoció, es enorme.
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Al hablar de la cifra negra, reconoció que 4 por ciento de los afectados no quieren ir al Ministerio Público a presentar una denuncia. “La gente expresa ‘bueno, para que voy, voy a gastar en el transporte y tiempo’, también les da pena, enojo, vergüenza o tampoco quiere revelar con quién tiene conversaciones o revelar todos sus datos a otras personas”, cuenta.
En entrevista con El Sol de México detalló que, según los reportes recibidos, 66 por ciento de las víctimas son mujeres. En cuanto a edad, 33 por ciento tienen de 46 a 60 años, 30 por ciento de 31 a 45 años, 18 por ciento de 18 a 30 años y otro 18 por ciento tiene más de 60 años.
Sobre cuánto les han robado, solo tres de cada 10 conoce el nivel de afectación: el robo va de 10 mil hasta 30 mil pesos. Gustavo A. Madero, Iztapalapa, Tlalpan, Coyoacán y Benito Juárez son las alcaldías que encabezan el número de reportes en la capital del país.
Las trampas que usan para el timo son escribirles a las víctimas que acudan a recoger un paquete de Amazon o aceptar llamadas de un link desconocido. “Hemos visto también, en estos meses, cómo se han multiplicado las peticiones de ayuda económica utilizando nombres, números y fotos de identificación de los propios números o de las propias cuentas que son verdaderas, pero las peticiones son falsas y de origen delictivo”.
Guerrero agregó que los capitalinos comienzan a reconocer la estafa. Hace tres años, nueve de cada 10 caían en la trampa, hoy son cinco de 10.
Rodolfo Romero, especialista en derecho informático de la Universidad Nacional Autónoma de México, dijo que los delincuentes usan spyware, es decir un software oculto, para acceder a WhatsApp y robar los contactos, por lo que consideró que grupos de delincuencia organizada muy especializados son los principales responsables.
Romero afirma que tienen tareas asignadas, por ejemplo, están las personas que envían la liga para intervenir el aparato, apoderarse del servicio de mensajería del usuario y luego hay quienes piden el dinero a los contactos, en nombre de la víctima, para que lo depositen en una cuenta que también es apócrifa, porque la abren con documentación falsa y el banco no se entera hasta que estalla el problema del fraude y la extorsión.
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“La primera línea de defensa frente a este problema es el usuario desde el momento en que le envían un archivo con una foto, una dirección electrónica y las descargas sin conocer al remitente, permiten el acceso de un software maligno que llega, incluso, a controlar el teléfono”, alertó el especialista.
Asimismo, informó que el proveedor del servicio de WhatsApp pone al servicio del cliente un mecanismo adicional, el numérico de verificación, para que la comunicación del usuario no la intervengan personas extrañas.
