"Aunque haya gritos y sombrerazos va a ser el pueblo el que va a decidir en este asunto", sostuvo el presidente Andrés Manuel López Obrador ante las exigencias de los morelenses, quienes demandaron la cancelación de la termoeléctrica de Huexca, la cual será sometida a consulta el próximo 23 y 24 de febrero.
"Agua sí, termo no", se escuchó al unísono cuando el primer mandatario comenzó a explicar por qué se debe mantener la obra que costó 25 mil millones de pesos a la Comisión Federal de Electricidad.
Con un tono de enojo, López Obrador acusó que los reclamos provenían de la extrema izquierda que votó por la derecha y denostó su movimiento, por lo que no hará caso a los conservadores
"No quiero nada más que me confundan, no soy corrupto ni autoritario [...] Escuchen radicales de izquierda que para mí no son más que conservadores", fustigó antes de comprometerse a firmar un certificado de la Unesco en el que se garantice que la termoeléctrica de la Comisión Federal de Electricidad, no contaminará el río Cuautla.
Advirtió que si no se termina la instalación de los 100 metros de ducto, se perderán cuatro mil millones de pesos al año.
Sostuvo que la directora de la Comisión Nacional del Agua ya verificó la viabilidad de la termoeléctrica.
En el caso de que se apruebe, de que si empiece a operar la termoelétrica, va a ser a partir de un certificado de la ONU, de la UNESCO, para que quede claro que no va a haber contaminación del agua prometió AMLO.