/ lunes 11 de noviembre de 2019

¿Fue o no golpe de Estado en Bolivia?

Expertos en relaciones internacionales dividen su opinión sobre si la salida de Evo Morales de la presidencia de Bolivia es o no un golpe de Estado

Sí fue un golpe de estado

Para el internacionalista Javier Urbano no hay duda de que lo que vivió Bolivia el domingo pasado fue un golpe militar o golpe de Estado. “El mandato del presidente fue interrumpido, el procedimiento fue inconstitucional, es decir no hubo destitución parlamentaria sino renuncia forzada por una “sugerencia” y las fuerzas armadas fueron las que definieron el desenlace”, explica el experto.

Consultado por el Sol de México, agregó que los golpes de Estado no necesariamente concluyen con la instauración de un gobierno militar o la captura del presidente, pero en el caso boliviano, han sido las fuerzas armadas las que han asumido un papel protagónico en el desarrollo de la crisis, en las últimas horas, saliendo a los medios a dar información y coordinando las detenciones a exautoridades cercanas a Morales. “Si eso no es un golpe de Estado, no sé qué será”, afirmó.

Explicó que a las protestas que paralizaron varias ciudades de Bolivia, durante las últimas semanas, se sumó un motín policial que derivó en un apoyo oficial al pedido de renuncia de Morales, esgrimido por la oposición. “A la revuelta policial de las entidades estatales encargadas del orden y la seguridad siguió el despliegue de un plan para provocar la renuncia de su ministros y parlamentarios, incluso, con amenazas de muerte, ¿Quién dijo que no es golpe?”, agregó Urbano.

Desde hace más de una semana, el ahora expresidente boliviano denunció a la comunidad internacional que se gestaba un golpe de Estado contra su gobierno y de acuerdo con el experto, nadie lo creyó, por lo que ahora resulta indispensable que la comunidad internacional lo reconozca, lo condene y lo repare.

Fue presión, no golpe de estado

Javier López, académica de la Universidad La Salle, no está de acuerdo con definir la salida de Morales como un golpe de Estado.

El ejército ya no estaba de acuerdo, y por eso le pidió amablemente que dejara el poder, lo que llevó a su renuncia anunciada ayer (el domingo), no porque haya querido, sino porque el Ejército no lo permitió (que se mantuviera en el poder). No fue como un golpe de Estado, no lo fue, pero sí fue un detonante que tanto el movimiento social como la milicia se lo pidieran

El académico comentó que, pese a que durante la presidencia de Morales hubo crecimiento económico, éste no alcanzó para el desarrollo industrial, lo que terminó por generar malestar entre la población y el poder económico.

“Tiene 13 años en el poder, que finalmente ha sido reelecto en varias ocasiones, ya con una cuarta ocasión de alguna forma la sociedad en general no está de acuerdo con que se mantenga en el poder. Su renuncia fue con presión, fue una gran presión nacional, sobre todo del ejército, y si hay ciertas demandas en tu contra, debes de responder ante el pueblo de Bolivia, y ante la milicia. Había perdido un apoyo de los industriales y militares. El poder económico y el bélico son lo importante”.

No hay duda, sí fue un golpe de estado

“¡A todas luces lo que pasó en Bolivia fue un golpe de Estado!”, Sólo habrá que ver a la milicia llamando a Evo Morales a renunciar y al policía diciendo que lo llamo su superior pidiéndole que arrestara a Evo Morales, ¡claro que es un golpe de Estado!”, así lo señala Ricardo Yocelevzky Retamal, especialista en temas internacionales por la Universidad Autónoma de México (UAM).

En entrevista, refiere que, tras este histórico episodio, Bolivia tiene todo tipo de problemas, porque estabilizar políticamente a un país que quedo dividido por cuestiones regionales étnicas y económicas, “va a estar muy difícil es un problema grave y no sé cómo lo vayan a resolver”.

Encargado del departamento de política y cultura, unidad Xochimilco, Yocelevzky acota que para el resto de la región ya Bolivia desde hace un tiempo era una excepción, por la estabilidad económica, el éxito en bajar la pobreza, mirar en perspectiva al gobierno de Morales es un éxito excepto que morales es un líder que se sintió irremplazable.

Desde su perspectiva, no se trata de populismo “eso ya es una etiqueta que describe muy pocas cosas, porque ya hay populismo de derecha, izquierda del centro, hay gobiernos de derecha con políticas populistas de izquierda, por ejemplo, el húngaro”.


Con información de Manrique Gandaria y Alejandro Suárez

Sí fue un golpe de estado

Para el internacionalista Javier Urbano no hay duda de que lo que vivió Bolivia el domingo pasado fue un golpe militar o golpe de Estado. “El mandato del presidente fue interrumpido, el procedimiento fue inconstitucional, es decir no hubo destitución parlamentaria sino renuncia forzada por una “sugerencia” y las fuerzas armadas fueron las que definieron el desenlace”, explica el experto.

Consultado por el Sol de México, agregó que los golpes de Estado no necesariamente concluyen con la instauración de un gobierno militar o la captura del presidente, pero en el caso boliviano, han sido las fuerzas armadas las que han asumido un papel protagónico en el desarrollo de la crisis, en las últimas horas, saliendo a los medios a dar información y coordinando las detenciones a exautoridades cercanas a Morales. “Si eso no es un golpe de Estado, no sé qué será”, afirmó.

Explicó que a las protestas que paralizaron varias ciudades de Bolivia, durante las últimas semanas, se sumó un motín policial que derivó en un apoyo oficial al pedido de renuncia de Morales, esgrimido por la oposición. “A la revuelta policial de las entidades estatales encargadas del orden y la seguridad siguió el despliegue de un plan para provocar la renuncia de su ministros y parlamentarios, incluso, con amenazas de muerte, ¿Quién dijo que no es golpe?”, agregó Urbano.

Desde hace más de una semana, el ahora expresidente boliviano denunció a la comunidad internacional que se gestaba un golpe de Estado contra su gobierno y de acuerdo con el experto, nadie lo creyó, por lo que ahora resulta indispensable que la comunidad internacional lo reconozca, lo condene y lo repare.

Fue presión, no golpe de estado

Javier López, académica de la Universidad La Salle, no está de acuerdo con definir la salida de Morales como un golpe de Estado.

El ejército ya no estaba de acuerdo, y por eso le pidió amablemente que dejara el poder, lo que llevó a su renuncia anunciada ayer (el domingo), no porque haya querido, sino porque el Ejército no lo permitió (que se mantuviera en el poder). No fue como un golpe de Estado, no lo fue, pero sí fue un detonante que tanto el movimiento social como la milicia se lo pidieran

El académico comentó que, pese a que durante la presidencia de Morales hubo crecimiento económico, éste no alcanzó para el desarrollo industrial, lo que terminó por generar malestar entre la población y el poder económico.

“Tiene 13 años en el poder, que finalmente ha sido reelecto en varias ocasiones, ya con una cuarta ocasión de alguna forma la sociedad en general no está de acuerdo con que se mantenga en el poder. Su renuncia fue con presión, fue una gran presión nacional, sobre todo del ejército, y si hay ciertas demandas en tu contra, debes de responder ante el pueblo de Bolivia, y ante la milicia. Había perdido un apoyo de los industriales y militares. El poder económico y el bélico son lo importante”.

No hay duda, sí fue un golpe de estado

“¡A todas luces lo que pasó en Bolivia fue un golpe de Estado!”, Sólo habrá que ver a la milicia llamando a Evo Morales a renunciar y al policía diciendo que lo llamo su superior pidiéndole que arrestara a Evo Morales, ¡claro que es un golpe de Estado!”, así lo señala Ricardo Yocelevzky Retamal, especialista en temas internacionales por la Universidad Autónoma de México (UAM).

En entrevista, refiere que, tras este histórico episodio, Bolivia tiene todo tipo de problemas, porque estabilizar políticamente a un país que quedo dividido por cuestiones regionales étnicas y económicas, “va a estar muy difícil es un problema grave y no sé cómo lo vayan a resolver”.

Encargado del departamento de política y cultura, unidad Xochimilco, Yocelevzky acota que para el resto de la región ya Bolivia desde hace un tiempo era una excepción, por la estabilidad económica, el éxito en bajar la pobreza, mirar en perspectiva al gobierno de Morales es un éxito excepto que morales es un líder que se sintió irremplazable.

Desde su perspectiva, no se trata de populismo “eso ya es una etiqueta que describe muy pocas cosas, porque ya hay populismo de derecha, izquierda del centro, hay gobiernos de derecha con políticas populistas de izquierda, por ejemplo, el húngaro”.


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