En México, pese a que hay una mayor igualdad entre hombres y mujeres en la vida política del país, lo que se ve reflejado en un poder ejecutivo paritario, la desigualdad de género persiste en altos puestos de las secretarías de Estado, indicó el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
De acuerdo con la investigación “Mujeres en el Gobierno Federal más allá de la foto”, lo anterior se refleja en el bajo porcentaje de mujeres en una dirección general, que alcanza apenas un 30%, cifra que disminuye a 28% para jefaturas de unidad, el tercer puesto de mando más alto.
Dos ejemplos son la Secretarías de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, y de Educación Pública, donde no hay mujeres al frente de las jefaturas de unidad. “Existen tres puestos y ninguno lo ocupa una mujer”, aseguró el IMCO.
Esta baja participación femenina tiene, además, un impacto en la brecha salarial, pues las mujeres, en promedio, ganan 10 % menos que los hombres en los puestos de mando medio y superior.
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En general, en la Administración Pública Federal (APF), “por cada 100 pesos que gana un hombre, una mujer percibe, en promedio, 74 pesos. La brecha salarial promedio es de 26%. A pesar de que el Gobierno federal cuenta con un tabulador de sueldos, este no compensa la desigualdad de género que existe en los puestos directivos”.
Otro dato indica que solo el 6% de los puestos de jefatura de unidad en el mayor nivel de ingreso, que es de 154 mil 472 pesos, es encabezado por una mujer, a pesar de que existe paridad en las secretarías de Estado, donde nueve de las 19 secretarías están encabezadas por una mujer.
Un último hallazgo indica que, aunque las mujeres tienen mayor nivel escolar, que alcanza un 43% en contraste con los hombres que tiene un 35%, éstas ocupan un 33% menos de los puestos de mando.
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Por todo lo anterior, entre sus propuestas el Instituto sugiere aprovechar estos resultados para realizar un autodiagnóstico en cada institución del Gobierno Federal, alinear acciones para incluir a más servidoras públicas en puestos directivos, y actualizar los indicadores y las acciones implementadas por el Inmujeres.
“En la medida en que se identifiquen las principales brechas de género, así como las barreras en el acceso y promoción de mujeres a puestos directivos dentro del Gobierno Federal, será posible implementar acciones informadas para disminuir estas desigualdades”, concluyó el IMCO.
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