El huachicoleo es un problema multidimensional asociado a la pobreza, la impunidad y la corrupción que permiten la extracción y comercialización de combustible en el estado de Hidalgo, explica Armando Quintanar Mendoza, académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) e investigador especializado en temas de seguridad.
Las organizaciones delictivas de huachicoleo, detalla el especialista, trabajan en paralelo a Pemex ya que conocen la logística de la empresa al servicio del Estado, por lo cual se ha filtrado esa información a estos grupos.
Se trata de un problema es multidimensional, dice, por lo cual no puede señalarse que ha prosperado exclusivamente por la pobreza en las comunidades huachicoleras, ya que también ha incidido la impunidad que permite que este delito se cometa sin ninguna consecuencia penal.
Los huachicoleros dotan de beneficios a las comunidades rurales, al brindarles apoyos económicos y técnicos para el mejoramiento de escuelas, espacios públicos o hasta fuentes laborales que el Estado no ha sido capaz de proveer.
De acuerdo con Quintanar Mendoza, es por ello que las redes de robo de combustible operan bajo el amparo de las poblaciones y muestra de ello han sido la defensa de pobladores de distintas localidades del municipio de Cuautepec, donde las personas que se dedican a esta actividad son protegidas, mientras los operativos federales que realiza la Guardia Nacional son repudiados.
Para el investigador, otra causa que ha profundizado el arraigo del huachicoleo en esas comunidades es la corrupción latente entre las autoridades locales y los grupos criminales, razón por la cual incluso el gobierno federal ha identificado a exalcaldes que durante sus respectivas gestiones permitieron el aumento del tráfico y comercialización del robo de combustible como Gerardo Olmedo Arista, quien se desempeñó como alcalde de Cuautepec entre 2012 y 2016.
Asimismo, considera que la atención de este problema debe ser con una perspectiva transversal, en la que se considere tanto el reforzamiento de las medidas de seguridad con la presencia de la Guardia Nacional, como el incremento de las sanciones a las personas que incurren en estas actividades, por lo que para ello se deben disminuir los elevados niveles de impunidad que persisten en el país.
De la misma manera, agrega, es necesario combatir el robo de combustible con el fortalecimiento de la educación, así como con el incremento de actividades culturales y deportivas para que las personas jóvenes tengan mayores oportunidades de desarrollo social.
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