En México, hasta el 18 por ciento de los alumnos no se sienten seguros en sus salones de clase, en los baños, pasillo o en las cafeterías de sus planteles escolares, dicha proporción es similar a lo que ocurre en los países de la OCDE, siendo el trayecto a las escuelas donde la inseguridad es poco más de dos veces y medio más frecuente que en el resto de las naciones.
Los datos de PISA 2022 muestran que en los sistemas educativos donde el rendimiento se mantuvo alto y el sentido de pertenencia de los estudiantes mejoró, los estudiantes tendieron a sentirse más seguros y menos expuestos a riesgos, bullying y otros riesgos en su escuela.
En el país, hasta un 22 por ciento de los estudiantes informaron que no se sentían seguros en su camino a la escuela, mientras en el promedio de los países OCDE era de 8 por ciento.
En el caso de las escuelas mexicanas, un 7 por ciento de los estudiantes informaron no sentirse seguros en sus salones de clase, cuando el promedio de la OCDE es de 7 por ciento.
En otra de las mediciones sobre el clima escolar, la OCDE encontró que el 11 por ciento de los estudiantes informaron que no se sentían seguros en otros lugares en la escuela, como pasillos, cafetería, baños, mientras en las naciones de la OCDE solo era diez por ciento.
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Respecto al bullying, señaló que alrededor del 19 por ciento de las mujeres y 17 por ciento de los hombres informaron haber sido víctimas de actos de acoso, agresión y hostigamiento al menos unas cuantas veces al mes, mientras que en los países integrantes de la OCDE 20 por ciento de alumnas y 21 de los estudiantes.
En promedio, en los países de la OCDE, menos estudiantes estuvieron expuestos al bullying en 2022 en comparación con 2018, por ejemplo, solo 7 por ciento de los estudiantes informaron que otros estudiantes difundieron rumores desagradables sobre ellos en 2022, en comparación con el 11 por ciento. en 2018.
En el caso específico de México las proporciones correspondientes se redujeron de 13 a 9 por ciento en 2022.
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Cabe mencionar que la organización dedicó un apartado al aprendizaje durante el cierre de escuelas relacionado con Covid-19.
En dicho apartado dieron a conocer los siguientes datos, en México, hasta el 62 por ciento de los estudiantes informaron que el edificio de su escuela estuvo cerrado durante más de tres meses debido al Covid-19.
En promedio, en los países de la OCDE, hasta el 51 por ciento de los estudiantes experimentaron cierres de escuelas igualmente prolongados.
En los sistemas educativos donde el rendimiento se mantuvo alto y el sentido de pertenencia de los estudiantes mejoró, menos estudiantes experimentaron cierres de escuelas más prolongados.
Durante el aprendizaje vía remota se reportó que el 36 por ciento de los estudiantes en México tuvieron problemas al menos una vez a la semana para comprender las tareas escolares y 28 por ciento para encontrar a alguien que pudiera ayudarlos con las tareas escolares.
En los sistemas educativos donde el rendimiento se mantuvo alto y el sentido de pertenencia de los estudiantes mejoró, menos estudiantes encontraron problemas durante el aprendizaje remoto.
Por otro lado, el apoyo al bienestar de los estudiantes a menudo fue limitado cuando sus escuelas estuvieron cerradas.
En México, hasta un 46 por ciento de los estudiantes recibieron apoyo diario a través de clases virtuales en vivo, en un programa de comunicación por video. Sólo 20 por ciento de los estudiantes alguien de la escuela les preguntó diariamente cómo se sentían.
Los datos de PISA recopilados en la encuesta de contexto con directores muestran que el porcentaje de padres que participaron en la escuela y el aprendizaje disminuyó sustancialmente entre 2018 y 2022 en muchos países.
“Este no fue el caso en México. En 2022 42 por ciento de los estudiantes en México estaban en escuelas cuyo director informó que durante el año académico anterior al menos la mitad de todas las familias comentaron el progreso de sus hijos con un maestro por iniciativa propia y 45 por ciento por iniciativa del maestro. En 2018, sólo fue 26 por ciento y 48 por ciento para maestros”.
Finalmente, los sistemas que tuvieron tendencias más positivas en la participación de los padres entre 2018 y 2022, es decir, sistemas en los que la proporción de padres que comentaron el progreso de sus hijos con un maestro por iniciativa propia se redujo menos, y quienes lo hicieron tendieron a mostrar un desempeño más estable o mejorado en matemáticas.
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