La Compañía de Jesús en México invitó a todos los mexicanos a no callar ante la injusticia y con esperanza cambiar la realidad de violencia que vive el país, e invitó a sumarse a la cruzada para que la violencia, el terror y el miedo no tengan la última palabra, ya que para las autoridades es fácil responsabilizar y echarles la culpa a otros.
El Padre Luis Gerardo Moro Madrid, S. J., provincial de la Compañía de Jesús en México, afirmó que se debe exigir a la autoridad, “pero también habremos de exigirnos y cuestionar si México quiere seguir viviendo en el terror, la violencia y miedo. Vamos a seguir luchando hasta que la dignidad se haga costumbre”.
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En su mensaje al término de la celebración religiosa por el eterno descanso de los padres asesinados y para honrar la memoria de Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, Moro agregó: “los jesuitas de México no callarán ante esta realidad, que lacera a los más pobres del país, seguirán presentes en esas regiones, a través de sus obras pastorales, educativas y sociales.
En la celebración religiosa en la iglesia de San Ignacio de Loyola, en Polanco, se pidió que entreguen los cuerpos de Joaquín Mora S.J y Javier Campos S.J, para darle una cristiana sepultura,
Estamos celebrando la vida de dos hermanos que fueron asesinados, un momento que debe significar un punto de quiebre y de no retorno en el camino y misión de la Compañía de Jesús en México
Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, vivieron a una fe viva, entregada a caminar con los pueblos indígenas, siendo testigos de sus bondades y dignidades, irrefutables, resaltó.
“Hoy lamentamos el fallecimiento de dos hermanos, pero no tenemos sus cuerpos, y eso nos recuerda a las miles de familias que buscan a sus desaparecidos en el país, siendo a la fecha más de 100 mil personas que no han sido localizadas; a los miles de desplazados y migrantes que dejaron sus hogares y no regresaron más”.
Moro Madrid resaltó que no se debe olvidar la violencia generalizada que vive la niñez, las mujeres, los hombres en muchos rincones del país. La Sierra Tarahumara es reflejo de ese profundo dolor, muchas otras regiones del país enfrentan condiciones de violencia y olvido que no cambian
“Todos los días hombres y mujeres son privados arbitrariamente de la vida, hoy fueron asesinados nuestros hermanos, quienes dedicaron su vida, hasta sus últimos minutos a proteger y cobijar a otros” destacó.
Al denunciar lo ocurrido, añadió, “queremos hacer notar también el dolor que vive el pueblo por la violencia imperante y solidarizarnos con tantos y tantas que viven estas situaciones, sin que su sufrimiento suscite empatía y atención pública”.
Publicado originalmente en La Prensa