Luego de haber llamado "pirujas" a concubinas de los derechohabientes del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), el subdelegado de la organización en Michoacán, José Manuel Mireles Valverde, ofreció una disculpa a todas las personas que se sintieron agraviadas por sus palabras y dijo que no volverá a suceder.
A través de una carta publicada mediante redes sociales, el subdelegado del ISSSTE en Michoacán dijo que lamenta profundamente haber parafraseado las palabras de un dirigente sindical, "sin duda son palabras desafortunadas e indignantes de una realidad que nos ofende como mexicanos en el contexto por erradicar la corrupción en nuestras instituciones".
"Me apena profundamente que citar y ejemplificar la lucha contra los actos de corrupción, fuera interpretado como un ataque a las causas feministas, a las que he apoyado en el transcurso de mi vida; por años defendimos la vida, la integridad y la dignidad de las mujeres, cuando muchos guardaron un silencio siempre".
Asimismo, dijo que no evade su responsabilidad y la asume, por lo cual ofreció una disculpa a todas las personas que se sintieron agraviadas por sus palabras. "Con el corazón en la mano ¡lo siento! (...) tengan la seguridad que nunca más volverá a suceder".
Mireles Valverde señaló que ha leído y escuchados los reclamos por sus palabras y por ello con la finalidad de que sea erradicado cualquier acto que afecte la dignidad de las personas, solicitó al Instituto Nacional de Mujeres se fortalezca la cooperación institucional a efecto de erradicar a futuro cualquier acto que atente contra la dignidad.
La semana pasada, el subdelegado del ISSSTE en Michoacán llamó "pirujas" a las concubinas de los derechohabientes, a quienes acusó de pagar bajas cuotas y demandar atención médica más costosa para tratamientos de enfermedades crónicas y costosas.
Ante ello, el presidente Andrés Manuel López Obrador rechazó pedir la renuncia de Mireles Valverde, sin embargo, dijo que solicitaría al subdelegado que ofrezca una disculpa sincera a las mujeres, bajo el compromiso de que se va a educar y no volverá a ofenderlas con comentarios misóginos.