Carlos Siula / El Sol de México
Corresponsal
PARÍS, Francia. (OEM-Informex).– París, Fráncfort, Múnich,Milán, Dublín y otros centros financieros europeos comenzaron adesplegar la alfombra roja para recibir a los bancos, fondos deinversión y corredores de bolsa que están decididos a abandonarla City después de la victoria del Brexit (salida británica de laUnión Europea).
La tensión y los preparativos se intensificaron después delreferéndum del 23 de junio.
“Welcome to Paris-Region”, afirmó Valérie Pecrèsse lamisma mañana en que se anunciaron los resultados de la consulta.La presidenta de la región parisina comentó que había millonesde empleos en juego. “Es absolutamente vital que hagamos losesfuerzos necesarios para que París se convierta en la plazafinanciera que siempre soñó con ser”, agregó con unapresuramiento casi indecente.
Esa ofensiva fue lanzada en febrero último por el ministrofrancés de Economía, Emmanuel Macron. Aunque Francia erapartidaria de la permanencia de Gran Bretaña en la UE, Macrondeclaró que París estaba dispuesta “a recibir con alfombraroja” a los inversores que decidieran dejar Londres después delreferéndum.
Desde hace semanas, numerosos representantes de bolsas, bancos einstituciones privadas de inversión se encuentran en Londres -comobuitres que sobrevuelan el cuerpo de un moribundo- tratando deorganizar el desplazamiento de fondos desde la primera plazafinanciera de Europa hacia otras ciudades que aspiran a ocupar eselugar de privilegio.
En mayo, el responsable de la Agencia de Desarrollo Industrialde Irlanda, Martin Shanahan, confesó que Dublín esperaba atraer10 mil empleos de servicios financieros. Por su parte, el directorde Frankfurt Main Finance, Hubertus Väth, afirmó que su ciudadestaría orgullosa de recibir a los banqueros de Londres. A medidaque se aproximaba la fecha de la consulta, también se escucharoncantos de sirena similares en Múnich, Luxemburgo, Estocolmo yÁmsterdam.
Todos esos centros financieros codician sin pudor los 30 milmillones de dólares de ganancia que produce cada año la City. Esacifra representa una contribución de 1 por ciento al PIB del ReinoUnido. Esos ingresos son vitales para la capital más grande deEuropa, poblada por 8.2 millones de habitantes, contra 2.3 millonesque residen en París, 700 mil de Frankfurt o 1.5 millones deMúnich.
Aunque Gran Bretaña es solo la quinta potencia económica delmundo, Londres es la primera plaza de Europa y principal exportadormundial de servicios financieros. Desde hace años compite con WallStreet por la supremacía en ciertos segmentos específicos deservicios y operaciones internacionales.
Ahora que se calmó la tempestad provocada por los resultadosdel Brexit, el Gobierno y las empresas empiezan a comprender losriesgos que enfrenta la City. Tres días después del referéndum,la preparación del Banco de Inglaterra (central) permitió evitaruna hemorragia de capitales provocada por la especulación y logróestabilizar la moneda. También la bolsa se recuperó tras dossesiones sangrientas. Pero la plaza financiera de Londres pagó unfuerte tributo. Las acciones de los grandes bancos amenazados porla perspectiva del exilio -como la Lloyds y el Royal Bank ofScotland- perdieron cerca de 30 por ciento.
Con más de 250 bancos extranjeros y 200 bufetes internacionalesde abogados, la industria financiera británica emplea 330 milpersonas en forma directa y otros 400 mil trabajadores en formaindirecta.
Antes del referéndum, el banco HSBC -que tiene su sede mundialen Londres- había amenazado con transferir por lo menos milpersonas de su personal a Paris. JP Morgan Chase, a su vez,calculó que podría reducir 4 mil de sus 16 mil empleos en GranBretaña. Por lo pronto, la incertidumbre que pesa sobre el futurode la City puso en duda el acercamiento entre las plazasbursátiles de Londres y Shanghái. También peligra la proyectadafusión entre la Deutsche Börse y el London Stock Exchange (LSE),que maneja la bolsa de Londres.
Otro motivo de inquietud es el futuro de Londres como principalcentro de compensación de títulos en euros. A pesar de que GranBretaña nunca adhirió a la moneda común de la Unión Europea(UE) y conservó la libra, las grandes emisiones en euros serealizan a través de la City.
Francia codicia desde hace tiempo esa situación de privilegio,al igual que Fráncfort, capital financiera de Europa continental,donde además funciona la sede del Banco Central Europeo (BCE).
La desaparición de algunos sectores de su actividad tambiénpodría poner en peligro la gran capacidad de innovación quesiempre tuvo Londres en los nuevos sectores de la actividadfinanciera.
Si se concreta esa tendencia, el riesgo es que se produzca unadispersión de empresas y actores del sectores económico quetendría como resultado una fragmentación de la industriafinanciera europea y, probablemente, una pérdida de eficacia.
Cualquiera sea la ambición de los nuevos postulantes, la verdades que ninguno de los candidatos tiene el volumen y la capacidadtécnica de Londres. Cualquiera sea el resultado de ese proceso, eldaño es irreparable: el tremendo impacto del Brexit consiguióreducir el atractivo de Londres. El único beneficiado de esefenómeno es, en definitiva, Wall Street.
