Sobreviviendo al terremoto de Ecuador…

Agencia EFE

  · miércoles 20 de abril de 2016

Foto: AFP

Portoviejo, Ecuador.- Los sobrevivientes delterremoto de magnitud 7.8 que asoló Ecuador este sábado luchanpor rehacer sus vidas desde carpas e improvisados refugios que, enla ciudad de Portoviejo, se construyen en espacios abiertos dondefamilias enteras han reunido las pertenencias que les quedan.

Camas, armarios e incluso estufas son algunos de losenseres que los ciudadanos de Portoviejo han podido recuperar trasla tragedia y que ahora conservan en el parque del Cayanbe, dondese reúnen quienes han perdido su casa a apenas unos trescientosmetros.

Es el caso de Olga Quiroz, que convive con sus seishijos en una precaria construcción cubierta con una chapa en laque apenas hay espacio para que ella caliente agua para elcafé.

"Vinimos cuando la tierra tembló y después poco apoco fuimos trayendo los muebles", cuenta Quiroz sin perder lasonrisa.

En otras carpas cercanas grupos de personas hablansobre sus necesidades, mientras que otros venden agua y algunosalimentos y especulan sobre el tiempo que puede tardar lareconstrucción de Portoviejo, cuyo centro quedó devastado por elsismo.

Las familias que aquí se concentran son numerosas yjóvenes, con varios niños a los que vigilan constantemente paraque no sufran con la escasez de alimentos y agua.

Si sienten que las fuerzas fallan, acuden a unaunidad móvil de atención sanitaria del Gobierno, que desdeprimera hora evalúa las condiciones físicas y psicológicas delos sobrevivientes que viven en Cayanbe.

También están observando problemas de hidratacióny debilidad por falta de alimentos, así como cuadros de estrésagudo, que puede durar hasta una semana.

El refugio de Cayanbe es grande y cuenta con elbeneficio extra de tener en su interior una estación de Policía,algo fundamental por los robos que se están extendiendo por laciudad.

Pese a ello, Quiroz y sus hijos duermen por turnospara vigilar que nadie les saquee, y quienes acampan en este parqueavisan constantemente a los viandantes para que no se paren yguarden las cosas de valor que tengan.

"Acá hay muchos robos, y todo lo que roban aquí espara cambiarlo por droga", dice un policía de la estación, queprefiere no ser identificado.

Cada noche vigilan el parque y sus alrededores cuatroagentes, una tarea compleja porque la vía que lo circunda se haconvertido en una de las arterias principales de la ciudad despuésde que el centro quedara destruido por el terremoto.

/amg

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