PARÍS. A los 81 años, con graves dificultades para expresarse y confinado en una silla de ruedas por un derrame cerebral que sufrió en 2013, el presidente argelino Abdelaziz Buteflika anunció su decisión de postularse para un quinto mandato consecutivo en las elecciones del 18 de abril.
Bouteflika, en el poder desde 1999, lanzó su candidatura a la reelección a través de una carta, lo que parece confirmar que sus facultades se agravaron. "En respuesta a las diversas las solicitudes y con un espíritu de continuidad para cumplir con un deber último, anuncio hoy mi candidatura presidencial", señaló en su comunicado, difundido por la agencia oficial de noticias APS (Algerie Presse Service).
En su postulación anterior, en 2014, había logrado articular un breve mensaje, que fue completado con una declaración escrita en la que proponía un programa político.
El veterano dirigente, último exponente del núcleo duro que protagonizó la guerra de la independencia contra Francia, apareció en público por última vez el 1° de noviembre pasado cuando asistió a un recordatorio del 64° aniversario del estallido de la rebelión contra el colonialismo, que se realizó en el cementerio de El Alia.
Arropado con un pesado abrigo y con la cabeza cubierta por una toca de piel, el presidente presentaba un rostro inexpresivo. Con movimientos lentos saludó a los principales personajes del Estado. La ceremonia estuvo reservada a los miembros de la élite del régimen que gobierna el país desde la independencia, en 1962. Pero no se admitió ninguna presencia popular.
Su postulación muestra que, después de 20 años en el poder, Buteflika tiene intenciones de continuar en el gobierno por lo menos hasta 2024.
Una leyenda política que circula en el país afirma que hace algunos años Buteflika expresó claramente su voluntad de “morir presidente”.
En septiembre de 2018 hubo rumores sobre una súbita agravación de su estado. El sitio Mondafrique aseguró que había sido atendido en el servicio oncológico del Hospital Cantonal de Ginebra y trasladado luego al ala de enfermos en fase terminal, ubicado en el octavo piso. Pero esa información quedó desmentida días después con el regreso de Buteflika a Argel.
"No tengo las mismas fuerzas físicas que antes, cosa que nunca he ocultado a nuestro pueblo, pero jamás me ha abandonado la voluntad inquebrantable de servir a la patria", aseguró en su mensaje.
Movimientos minoritarios de oposición se entusiasman con la idea de apelar al boicot de las elecciones, pero los expertos estiman que esa iniciativa no tendrá mayor efecto.