/ domingo 19 de diciembre de 2021

Chile encara histórica polarización electoral

Los candidatos Gabriel Boric y Antonio Kast representan la esperanza y el miedo nacional

SANTIAGO. Algunos dicen sentir miedo, otros esperanza; algunos hablan de libertad y otros de cambios radicales. Los chilenos escogerán hoy a un nuevo presidente en un ambiente de polarización y suspenso en un país que hasta hace pocos años era ejemplo de estabilidad.

Tanto el ultraconservador José Antonio Kast como el izquierdista Gabriel Boric cerraron sus campañas esta semana tras recorrer el país y tratar de convencer de última hora a los indecisos y al sector moderado, quienes marcarán la diferencia en una estrecha carrera.

En las calles, en el transporte público o en las terrazas de un veraniego Chile no se habla de otra cosa que no sea de la votación, que según los expertos es las más determinante para el futuro del país desde el plebiscito de 1988 que sacó a Augusto Pinochet del poder.

Más de 15 millones de personas están llamadas a acudir este día a alguno de los dos mil 500 locales de votación, que desde hoy se encuentran custodiados por las fuerzas de seguridad.

Gabriel Boric es asociado al estallido social que sacudió Chile a fines de 2019, una histórica ola de protestas sociales contra la desigualdad que abrió la puerta a la redacción de una nueva Constitución en la que muchos chilenos han depositado sus esperanzas de un Estado más protector en temas clave como pensiones o acceso a la salud.

Pero esta ola de manifestaciones también dio pie a numerosos episodios de violencia en las calles y Kast ha canalizado parte de ese descontento con su mensaje de “reconstrucción” y orden en un país que inmediatamente después de la ola de protestas se enfrentó al embate de la pandemia de coronavirus.

Así, Chile dejó atrás su imagen de “oasis” de estabilidad en América Latina con las protestas en reclamo de mejores condiciones de vida y un cambio hacia lo social del sistema económico neoliberal establecido por la dictadura de Pinochet. La crisis dejó una treintena de muertos y cientos de detenidos.

AGENDAS ENFRENTADAS

Los partidarios de Boric dicen que su candidato defenderá el lento avance en Chile de asuntos como el aborto (sólo permitido parcialmente en el país) o el respeto a la diversidad sexual, un asunto en foco después que a inicios de este mes se aprobó el matrimonio para parejas del mismo sexo.

Agregan que Kast representa un riesgo para las conquistas de los últimos años. Encuestas señalan que, en general, las mujeres votarían más por Boric, sobre todo las más jóvenes.

Kast está abiertamente en contra del aborto y del matrimonio homosexual, aunque tuvo que retroceder en una propuesta inicial de eliminar el Ministerio de la Mujer en favor de políticas más centradas en la “familia”. Según datos de la autoridad electoral, las mujeres son el 51 por ciento de los 15 millones de electores habilitados para votar.

“Lo que está en juego hoy en Chile es la democracia y Boric ha demostrado que sabe llegar a acuerdos. El país necesita cambios y él, que es joven, puede hacer la diferencia”, dijo la ama de casa Julia Acevedo, de 80 años, una de las adherentes que esta semana fue al cierre de campaña del candidato izquierdista en un parque de la capital.

“Yo no crecí en un ambiente de derecha, pero hoy mi voto es práctico, por el bienestar nacional. Yo defiendo lo que pasó en Chile estos 30 años (después del régimen) y estoy totalmente en desacuerdo con ese discurso que promueve Boric de que en Chile está todo mal”, declaró el empresario Enrique Zuleta, de 41 años,

De esta manera, las dos visiones completamente distintas de Chile se enfrentan este día en unas elecciones presidenciales que han sido calificadas como las más importantes desde la vuelta a la democracia en el país andino.

Los indecisos y la cifra de participación decantarán el resultado final de una elección que ha dividido al país. Chile es una nación tradicionalmente abstencionista.

En la primera vuelta fueron a votar 47 por ciento, cifra superior a la de otras citas presidenciales en las últimas décadas.

Analistas considera que como la elección es competitiva, en teoría debería participar más gente. Los mayores niveles de polarización y el efecto que produjo en ambas candidaturas el resultado de primera vuelta podría estimular una mayor participación.

Sin embargo existe otro sector, quienes temen tanto a Kast como a Boric. Una buena parte de los electores se siente atrapada entre dos "extremos", un vacío que les empuja a votar en blanco o nulo.

SANTIAGO. Algunos dicen sentir miedo, otros esperanza; algunos hablan de libertad y otros de cambios radicales. Los chilenos escogerán hoy a un nuevo presidente en un ambiente de polarización y suspenso en un país que hasta hace pocos años era ejemplo de estabilidad.

Tanto el ultraconservador José Antonio Kast como el izquierdista Gabriel Boric cerraron sus campañas esta semana tras recorrer el país y tratar de convencer de última hora a los indecisos y al sector moderado, quienes marcarán la diferencia en una estrecha carrera.

En las calles, en el transporte público o en las terrazas de un veraniego Chile no se habla de otra cosa que no sea de la votación, que según los expertos es las más determinante para el futuro del país desde el plebiscito de 1988 que sacó a Augusto Pinochet del poder.

Más de 15 millones de personas están llamadas a acudir este día a alguno de los dos mil 500 locales de votación, que desde hoy se encuentran custodiados por las fuerzas de seguridad.

Gabriel Boric es asociado al estallido social que sacudió Chile a fines de 2019, una histórica ola de protestas sociales contra la desigualdad que abrió la puerta a la redacción de una nueva Constitución en la que muchos chilenos han depositado sus esperanzas de un Estado más protector en temas clave como pensiones o acceso a la salud.

Pero esta ola de manifestaciones también dio pie a numerosos episodios de violencia en las calles y Kast ha canalizado parte de ese descontento con su mensaje de “reconstrucción” y orden en un país que inmediatamente después de la ola de protestas se enfrentó al embate de la pandemia de coronavirus.

Así, Chile dejó atrás su imagen de “oasis” de estabilidad en América Latina con las protestas en reclamo de mejores condiciones de vida y un cambio hacia lo social del sistema económico neoliberal establecido por la dictadura de Pinochet. La crisis dejó una treintena de muertos y cientos de detenidos.

AGENDAS ENFRENTADAS

Los partidarios de Boric dicen que su candidato defenderá el lento avance en Chile de asuntos como el aborto (sólo permitido parcialmente en el país) o el respeto a la diversidad sexual, un asunto en foco después que a inicios de este mes se aprobó el matrimonio para parejas del mismo sexo.

Agregan que Kast representa un riesgo para las conquistas de los últimos años. Encuestas señalan que, en general, las mujeres votarían más por Boric, sobre todo las más jóvenes.

Kast está abiertamente en contra del aborto y del matrimonio homosexual, aunque tuvo que retroceder en una propuesta inicial de eliminar el Ministerio de la Mujer en favor de políticas más centradas en la “familia”. Según datos de la autoridad electoral, las mujeres son el 51 por ciento de los 15 millones de electores habilitados para votar.

“Lo que está en juego hoy en Chile es la democracia y Boric ha demostrado que sabe llegar a acuerdos. El país necesita cambios y él, que es joven, puede hacer la diferencia”, dijo la ama de casa Julia Acevedo, de 80 años, una de las adherentes que esta semana fue al cierre de campaña del candidato izquierdista en un parque de la capital.

“Yo no crecí en un ambiente de derecha, pero hoy mi voto es práctico, por el bienestar nacional. Yo defiendo lo que pasó en Chile estos 30 años (después del régimen) y estoy totalmente en desacuerdo con ese discurso que promueve Boric de que en Chile está todo mal”, declaró el empresario Enrique Zuleta, de 41 años,

De esta manera, las dos visiones completamente distintas de Chile se enfrentan este día en unas elecciones presidenciales que han sido calificadas como las más importantes desde la vuelta a la democracia en el país andino.

Los indecisos y la cifra de participación decantarán el resultado final de una elección que ha dividido al país. Chile es una nación tradicionalmente abstencionista.

En la primera vuelta fueron a votar 47 por ciento, cifra superior a la de otras citas presidenciales en las últimas décadas.

Analistas considera que como la elección es competitiva, en teoría debería participar más gente. Los mayores niveles de polarización y el efecto que produjo en ambas candidaturas el resultado de primera vuelta podría estimular una mayor participación.

Sin embargo existe otro sector, quienes temen tanto a Kast como a Boric. Una buena parte de los electores se siente atrapada entre dos "extremos", un vacío que les empuja a votar en blanco o nulo.

Elecciones 2024

Académicos piden a candidatos de Veracruz más propuestas y menos ataques

Empresarios, activistas y académicos llaman a evitar las descalificaciones y concentrarse en temas importantes

Metrópoli

Zonas residenciales, un reto para el INE por su difícil acceso

Capacitadores electorales enfrentan dificultades para ingresar y poder localizar a los ciudadanos sorteados

Elecciones 2024

Se lanzan contra IECM por “censura”

Simpatizantes de la 4T protestaron ayer por la prohibición del término “Cartel Inmobiliario”

Tecnología

Pumadrive: la app pensada en las mujeres para trasladarse en Ciudad Universitaria

Estudiantes de la UNAM crearon una app de movilidad segura para alumnos, especialmente mujeres

Sociedad

Por incremento de muerte materna, llaman a frenar recortes a salud

Mercedes Juan, con 35 años de experiencia en salud pública, llamó a recomponer la estructura organizativa de la Secretaría de Salud

Mundo

Xi Jinping llama a EU a ser socios

Blinken acusa a China de aumentar la producción de cohetes, drones y tanques para Rusia en la guerra