Unos 117 gobiernos se comprometieron a triplicar la capacidad mundial de energías renovables para 2030 en la cumbre climática COP28 de la ONU, como vía para reducir la proporción de combustibles fósiles en la producción mundial de energía.
Este compromiso forma parte de una serie de anuncios realizados el sábado en la COP28 para descarbonizar el sector energético -fuente de cerca de tres cuartas partes de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero-, entre los que se incluyen la expansión de la energía nuclear, la reducción de las emisiones de metano y la restricción de la financiación privada de la energía de carbón.
"Esto puede ayudar y ayudará a que el mundo abandone el carbón", afirmó Sultan al-Jaber, representante de Emiratos Árabes Unidos en la cumbre COP28.
El compromiso, liderado por la Unión Europea, Estados Unidos y EAU, también indicó que triplicar las energías renovables ayudará a eliminar los combustibles fósiles emisores de CO2 del sistema energético mundial para 2050 a más tardar.
Brasil, Nigeria, Australia, Japón, Canadá, Chile y Barbados respaldaron el compromiso el sábado. Aunque China e India han manifestado su apoyo a triplicar las energías renovables para 2030, ninguno de los dos respaldó el compromiso general del sábado, que combina el aumento de la energía limpia con la reducción del uso de combustibles fósiles.
La UE y EAU, entre otros, quieren que el compromiso con las energías renovables se incluya en la decisión final de la cumbre de la ONU sobre el clima para convertirlo en un objetivo mundial. Para ello sería necesario el consenso de los casi 200 países presentes.
El borrador del compromiso, del que Reuters informó por primera vez el mes pasado, también pedía "la eliminación progresiva de la energía del carbón" y el fin de la financiación de nuevas centrales eléctricas a carbón. También incluía el objetivo de duplicar la tasa mundial de eficiencia energética para 2030.
Es sólo la mitad de la solución. El compromiso no puede lavar la cara a países que al mismo tiempo están aumentando la producción de combustibles fósiles
Tina Stege, enviada para el Clima de las Islas Marshall
Los países vulnerables al cambio climático insistieron en que los objetivos deben ir acompañados de un acuerdo entre los países en la COP28 para eliminar de manera progresiva el uso mundial de combustibles fósiles.
Aunque el despliegue de energías renovables como la solar y la eólica lleva años creciendo en todo el mundo, el aumento de los costos, las limitaciones laborales y los problemas en la cadena de suministro han obligado a retrasar y cancelar proyectos en los últimos meses, costando miles de millones de dólares en pérdidas a promotores como Orsted y BP.
Alcanzar el objetivo de 10 mil gigavatios de energía renovable instalada en todo el mundo para 2030 también exigirá que los gobiernos y las instituciones financieras aumenten las inversiones y aborden el elevado coste del capital que ha obstaculizado los proyectos de energía renovable en los países en desarrollo.
"Todavía existe un desajuste entre nuestro potencial y nuestras limitaciones para atraer inversiones", indicó Najib Ahmed, consultor del Ministerio del Clima de Somalia.
África sólo ha recibido el 2 por ciento de las inversiones mundiales en energías renovables en las dos últimas décadas, según la Agencia Internacional de Energías Renovables.
También firman declaracíon para energía nuclear
Más de 20 países firmaron también el sábado una declaración con el objetivo de triplicar la capacidad de energía nuclear para 2050. El enviado de Estados Unidos para el clima, John Kerry, afirmó que el mundo no puede alcanzar las emisiones "netas cero" sin construir nuevos reactores.
"No estamos diciendo que ésta vaya a ser la alternativa definitiva a cualquier otra fuente de energía", declaró Kerry durante la ceremonia de presentación de la COP28. "Pero no se puede llegar a cero emisiones netas en 2050 sin algo de energía nuclear, del mismo modo que no se puede llegar sin algún uso de la captura, utilización y almacenamiento de carbono".
La capacidad nuclear mundial asciende actualmente a 370 gigavatios, con 31 países que disponen de reactores. Triplicar esa capacidad para 2050 exigiría un aumento significativo de las nuevas autorizaciones y de la financiación.
Otros compromisos apuntaron al carbón, el combustible fósil que más CO2 emite.
Francia anunció que reunirá a un grupo de países para pedir a la OCDE que evalúe los riesgos climáticos y financieros de invertir en nuevos activos de carbón, con el fin de disuadir a los inversores privados de respaldar proyectos.
Kosovo y la República Dominicana, consumidores de carbón, también acordaron elaborar planes para eliminar de forma gradual su producción de electricidad a base de carbón.
Mientras tanto, casi 50 empresas petroleras y gasísticas, entre ellas Exxon Mobil, firmaron la Carta de Descarbonización del Petróleo y el Gas, una iniciativa impulsada por Al-Jaber para reducir las emisiones operativas de aquí a 2050.
La carta fue criticada por grupos ecologistas que afirmaron que los compromisos no son más que una distracción y no abordan las emisiones causadas por la quema de combustibles fósiles.
"El compromiso no cubre ni una gota del combustible que venden, que representa hasta el 95 por ciento de la contribución de la industria del petróleo y el gas a la crisis climática", afirmó Melanie Robinson, del Instituto de Recursos Mundiales.
Plan para frenar emisiones de metano
Washington también dio a conocer las normas definitivas destinadas a reprimir las emisiones de metano de su industria petrolera y gasística, como parte de un plan mundial para frenar las emisiones que contribuyen al cambio climático.
Mientras tanto, varios gobiernos, organizaciones filantrópicas y el sector privado anunciaron la movilización de 1.000 millones de dólares en subvenciones para apoyar los esfuerzos de los países en la lucha contra este potente gas.
Dos grandes emisores de metano, Turkmenistán y Kazajistán, se unieron al Compromiso Mundial contra el Metano, un acuerdo voluntario de más de 150 países para reducir sus emisiones en un 30% para 2030.
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El Banco Mundial lanzó el sábado un "plan para la reducción del metano" de 18 meses de duración que establecerá 15 programas nacionales destinados a reducir las emisiones de metano procedentes de actividades como la producción de arroz, la ganadería y la gestión de residuos.