COPENHAGUE. La mitad de las democracias liberales del mundo está en declive, mientras los regímenes autoritarios extienden su influencia, según el informe anual del Instituto para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA Internacional), en el que alerta del ataque a las intituciones electorales de México por parte del gobierno.
Problemas como las restricciones a la libertad de expresión, la desconfianza en la legitimidad de las elecciones, el desencanto con los partidos, la corrupción y el auge de la extrema derecha han hecho que el número de países en retroceso democrático se sitúe en su punto más alto en los últimos años y que el proceso afecte incluso a democracias consolidadas.
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Más de dos tercios de la población mundial vive ahora en democracias en retroceso o en regímenes autoritarios o híbridos, y de los 173 países examinados en el informe, la democracia está en declive en 52 de ellos.
Además, 27 degeneraron hacia un modelo más autoritario, un grupo de países dos veces más numeroso que aquellos que se democratizaron. Cerca de la mitad de los regímenes autoritarios intensificaron su represión en 2022.
Aquellos países cuyo sistema democrático sufrió una mayor erosión son Estados Unidos, Brasil, Hungría, Polonia, India, Mauricio y Salvador.
El número de Estados con esta tendencia pasó de seis a siete respecto al año pasado del mismo tipo de estudio, después de que se le sumara El Salvador.
Nicaragua, Afganistán, Bielorrusia, Camboya y las Comoras padecieron un “declive generalizado” de su modelo político, indica el informe.
En el continente americano, un tercio de las democracias han experimentado un descenso en la calidad democrática, y los países con la mayor erosión son Bolivia, El Salvador, Guatemala y Brasil y Estados Unidos, aunque en estos dos últimos casos desde altos niveles.
Las crecientes amenazas a la democracia en América incluyen polarización, desinformación, leyes restrictivas y prohibiciones de derechos, intimidación de la prensa y los crecientes ataques a los tribunales y organismos electorales.
En EU persisten las amenazas democráticas, ilustradas en el retroceso de derechos largamente establecidos o en la polarización, que se mantiene a niveles “tan altos” como en la época de Trump.
Frente a la agudización de la “represión” en países como Nicaragua, Haití o Venezuela y el proceso “autocrático” de El Salvador, el informe resalta algunos aspectos positivos en forma de procesos electorales y alternancia en el poder, como Colombia u Honduras.
“Creo que este deterioro viene desde hace tiempo, algunos de los factores son muy estructurales, tienen que ver con la instalación de niveles muy altos de polarización en prácticamente todos los sistemas democráticos del mundo, con el empeoramiento de los niveles de desigualdad que hacen que las sociedades se vayan disgregando”, explicó el secretario general de IDEA, Kevin Casas Zamora.
En el caso de México, el informe alerta la persecución y violencia contra periodistas, con más asesinatos en 2022 que en cualquier otro lugar del mundo.
También destaca el ascenso de “líderes autoritarios populistas” que cada vez más “intentan desmantelar la democracia desde dentro después de haber sido elegidos democráticamente”.
Como ejemplo de esta tendencia, señala al presidente de México, Anrés Manuel López Obrador y su partido, que “han tratado de debilitar varios órganos constitucionales autónomos, incluyendo el Instituto Nacional Electoral e institutos electorales locales, recortando sus presupuestos y cuestionando su relevancia”.
La decadencia de las democracias liberales es un fenómeno en fase inicial y los próximos años se presentan “muy complicados” a escala global, sostiene Casas.
Pese a esta “tendencia general sombría”, Casas “ve algunas luces de esperanza”, como los movimientos sociales para pedir más derechos para las mujeres en América Latina o una mayor ambición en la lucha contra el cambio climático.