/ jueves 1 de diciembre de 2016

François Hollande renuncia a la reelección como presidente de Francia

PARIS, Francia – La decisión de François Hollande de noparticipar en el combate electoral de 2017 aparece como una rupturadel orden político tradicional en Francia, ya que —a corto olargo plazo— modificará en forma durable práctica presidencial.Aunque el presidente siga ocupándose de la gestión del paíshasta las próximas elecciones, a partir de hoy los francesespodrán comenzar a hacer el balance de su quinquenio.

Consciente de ese riesgo, Hollande se esforzó en presentar sugestión en forma positiva, afirmando que los cinco años de sumandato permitieron a Francia resistir y preservar su modelosocial. Sin ocultar los fracasos ni los errores, dibujó un modeloinconcluso de país que los futuros candidatos no podránignorar.

La campaña presidencial que se anuncia será ocasión para unaimplacable disección de los “años Hollande”.

La mayoría de los analistas le reconocen una considerable dosisde coraje para tomar semejante decisión. Es la primera vez en laQuinta República que un presidente cuya edad (62 años) y estadode salud le permiten pretender a la reelección, renuncia apresentarse para un nuevo mandato.

Pero, acosado por los magros resultados de su políticaeconómico-social y una impopularidad sin precedentes de apenas 4%,a François Hollande probablemente solo le quedaba la libertad deescoger el momento de su partida. Desde hace semanas, los sondeosanunciaban para él un veredicto feroz si asumía el riesgo depresentarse a las elecciones presidenciales del año próximo.

Hollande conocía los peligros. Si se presentaba apareceríacomo el asesino de la izquierda y, en caso de una derrotahumillante en las primarias de su partido, como el asesino de lainstitución presidencial, columna vertebral de la QuintaRepública. Su conclusión fue entonces respetar el espíritu deesas instituciones creadas por el general Charles de Gaulle: cuandose pierde el apoyo popular, cuando los sondeos son demoledores, elocupante del palacio del Elíseo se iza —gracias a surenunciamiento— a la categoría de un hombre de Estado.

Para un hombre que consagró toda su vida a la política, queconoció la excitación de las campañas políticas ganadas —confrecuencia— contra todas las previsiones, la tentación de probarsuerte una vez más debe haber sido grande. Otros lo hicieron, comosu antecesor conservador, Nicolas Sarkozy en 2012. Para noarriesgarse a la indignidad de ser derrotado en su propio partido,como le acaba de ocurrir a Sarkozy, Hollande prefirióretirarse.

Gracias a esa decisión, preserva la función presidencial y elpaís no se verá sometido a un fin de mandato catastrófico. Eljefe del Estado no necesitará gobernar durante el día y hacercampaña por las noches. Tampoco se verá implicado en unacompetición que, en una izquierda atomizada, pletórica decandidatos que se detestan, probablemente termine convirtiéndoseen una riña entre perros y gatos de albañal.

En vez de aferrarse al poder, François Hollande dignificó lafunción pública al darle prioridad “al futuro del país”. Y,aun cuando no lo haya admitido con todas las letras en suintervención ante la televisión, se pliega a las consecuencias deuna promesa que no pudo cumplir: reducir el desempleo en formarápida y considerable. De ese modo, le dio credibilidad a lapalabra política y el hombre ganó en estatura.

PARIS, Francia – La decisión de François Hollande de noparticipar en el combate electoral de 2017 aparece como una rupturadel orden político tradicional en Francia, ya que —a corto olargo plazo— modificará en forma durable práctica presidencial.Aunque el presidente siga ocupándose de la gestión del paíshasta las próximas elecciones, a partir de hoy los francesespodrán comenzar a hacer el balance de su quinquenio.

Consciente de ese riesgo, Hollande se esforzó en presentar sugestión en forma positiva, afirmando que los cinco años de sumandato permitieron a Francia resistir y preservar su modelosocial. Sin ocultar los fracasos ni los errores, dibujó un modeloinconcluso de país que los futuros candidatos no podránignorar.

La campaña presidencial que se anuncia será ocasión para unaimplacable disección de los “años Hollande”.

La mayoría de los analistas le reconocen una considerable dosisde coraje para tomar semejante decisión. Es la primera vez en laQuinta República que un presidente cuya edad (62 años) y estadode salud le permiten pretender a la reelección, renuncia apresentarse para un nuevo mandato.

Pero, acosado por los magros resultados de su políticaeconómico-social y una impopularidad sin precedentes de apenas 4%,a François Hollande probablemente solo le quedaba la libertad deescoger el momento de su partida. Desde hace semanas, los sondeosanunciaban para él un veredicto feroz si asumía el riesgo depresentarse a las elecciones presidenciales del año próximo.

Hollande conocía los peligros. Si se presentaba apareceríacomo el asesino de la izquierda y, en caso de una derrotahumillante en las primarias de su partido, como el asesino de lainstitución presidencial, columna vertebral de la QuintaRepública. Su conclusión fue entonces respetar el espíritu deesas instituciones creadas por el general Charles de Gaulle: cuandose pierde el apoyo popular, cuando los sondeos son demoledores, elocupante del palacio del Elíseo se iza —gracias a surenunciamiento— a la categoría de un hombre de Estado.

Para un hombre que consagró toda su vida a la política, queconoció la excitación de las campañas políticas ganadas —confrecuencia— contra todas las previsiones, la tentación de probarsuerte una vez más debe haber sido grande. Otros lo hicieron, comosu antecesor conservador, Nicolas Sarkozy en 2012. Para noarriesgarse a la indignidad de ser derrotado en su propio partido,como le acaba de ocurrir a Sarkozy, Hollande prefirióretirarse.

Gracias a esa decisión, preserva la función presidencial y elpaís no se verá sometido a un fin de mandato catastrófico. Eljefe del Estado no necesitará gobernar durante el día y hacercampaña por las noches. Tampoco se verá implicado en unacompetición que, en una izquierda atomizada, pletórica decandidatos que se detestan, probablemente termine convirtiéndoseen una riña entre perros y gatos de albañal.

En vez de aferrarse al poder, François Hollande dignificó lafunción pública al darle prioridad “al futuro del país”. Y,aun cuando no lo haya admitido con todas las letras en suintervención ante la televisión, se pliega a las consecuencias deuna promesa que no pudo cumplir: reducir el desempleo en formarápida y considerable. De ese modo, le dio credibilidad a lapalabra política y el hombre ganó en estatura.

Elecciones 2024

Xóchitl Gálvez no tocará los recursos de los trabajadores, dice coordinador de finanzas públicas

Fernando Galindo, coordinador de la mesa de finanzas públicas de Xóchitl Galvez, asegura que la candidata informará a los trabajadores, de ganas la elección, si tienes recurso por reclamar en su Afore

Elecciones 2024

Trabajar a 3 mil pendones por hora: así se fabrica la propaganda electoral en CDMX

En un inmueble de la calle 5 de Febrero se empaquetan, estampan y subliman los nombres de candidatos

CDMX

Vecinos de Benito Juárez buscan indemnización por agua contaminada

La doctora Veronica Athié y Fractal Abogados reúnen los testimonios para emprender la denuncia

Sociedad

Remesas financian la siembra en Guanajuato por falta de apoyos

Agricultores buscan fondos para sembrar ante la sequía, falta de apoyos y la desaparición de programas como el de fertilizantes Los productores enfrentan, además, que hay poca agua en las presas del estado

Finanzas

Subsidio al empleo sigue siendo insuficiente, advierte Coparmex

El monto de nueve mil 81 pesos para acceder al beneficio debe ampliarse para erosionar el efecto del aumento salarial en los últimos años

Finanzas

Turismo extranjero en playas supera los niveles prepandemia

Entre enero y marzo de este año llegaron casi 10 millones de visitantes por vía aérea, indican reportes