India vive la peor ola de violencia interreligiosa

Decenas de comercios fueron destruidos por las llamas provocadas por decenas de hindúes que apoyan una ley antimusulmana

EFE y AFP

  · jueves 27 de febrero de 2020

Un musulmán llora en el lugar de los violentos enfrentamientos en Nueva Delhi, contra la comunidad religiosa / Foto: Harish Tyagi / EFE

NUEVA DELHI. Los esqueletos de coches devorados por las llamas y el suelo pavimentado de cascotes dejan entrever la peor violencia comunitaria vivida desde hace décadas en Nueva Delhi, donde en los últimos dos días han muerto al menos 27 personas y más de 200 han resultado heridas, en su mayor parte por disparos.

La tensión es palpable en el noreste de la ciudad donde estallaron los choques entre hindúes y musulmanes, desencadenados en el marco de meses de protestas contra una controvertida ley, mientras que las familias de las víctimas apenas contenían su dolor en la morgue del principal hospital de la zona.

La violencia se desencadenó el pasado fin de semana cuando un grupo de manifestantes bloqueó la carretera principal del barrio de Jaffrabad como protesta contra una ley que busca dar la ciudadanía a inmigrantes irregulares de Pakistán, Bangladesh y Afganistán, pero excluye a los musulmanes. Al norte se encuentran las áreas más afectadas por la violencia, donde ardieron decenas de tiendas y las calles fueron tomadas por turbas armadas con palos y pistolas.

La mujer explicó que los problemas comenzaron cuando Kapil Misra, un líder de la formación nacionalista hindú Bharatiya Janata Party (BJP), organizó una manifestación a favor de la ley muy cerca de la protesta de Jaffrabad y pronunció un discurso incendiario.

Los vecinos acusan a la formación gobernante del primer ministro, Narendra Modi, y al grupo extremista Rashtriya Swayamsevak Sangh de organizar un verdadero pogromo contra musulmanes.

Los vecinos coinciden en denunciar la falta de acción de la Policía a la hora de controlar las protestas, que tuvieron lugar al mismo tiempo que la llegada a Nueva Delhi del presidente estadounidense, Donald Trump. Modi, ocupado en recibir por todo lo alto al dignatario estadounidense, rompió su silencio en Twitter llamando "a mis hermanos y hermanas de Delhi a mantener la paz".

El portavoz de la policía delhí, Mandeep Randhawa, informó por su parte en una rueda de prensa que el número de fallecidos ascendía a 27 y el de heridos supera los dos centenares, al tiempo que reveló que hasta el momento han arrestado a 106 personas por los incidentes.

¿Cómo puede ocurrir algo así en Delhi en 2020? La pregunta circula, sin respuesta, tanto entre vecinos de las zonas afectadas y los familiares de las víctimas. El estado occidental de Gujarat fue escenario en 2002, con Modi a la cabeza del Gobierno regional, de matanzas contra más de un millar de musulmanes, pero hay que remontarse a 1984 para encontrar un estallido de violencia comunitaria similar en la capital.

El 31 de octubre la entonces primera ministra Indira Gandhi fue asesinada por dos guardias sijs de su propia seguridad. Pocas horas más tarde, turbas encolerizadas salían a las calles para clamar venganza, causando la muerte de 2,733 sijs.