El presidente ultraliberal Javier Milei ordenó la desregulación de la economía argentina mediante un decreto que deroga más de 300 normas, y transforma en sociedades anónimas “todas” las empresas estatales para su “posterior privatización”, horas después de la primera protesta en Buenos Aires en contra de su gobierno.
Los manifestantes de los movimientos sociales de izquierda Polo Obrero y Movimiento Socialista de los Trabajadores marcharon por unas pocas cuadras hasta la Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada, sede de la presidencia.
Su recorrido por el centro de Buenos Aires fue seguido por las policías de la ciudad y federal, la Policía Aeroportuaria y la Gendarmería, que vigilaron que la marcha dejase al menos un carril libre, sin cortar totalmente el tránsito automotor.
El enorme despliegue fue criticado por los organizadores, que lo consideraron como un intento de provocación. “Esto me recuerda a la dictadura”, declaró Eduardo Belliboni, dirigente del Polo Obrero.
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El operativo de las fuerzas de seguridad fue supervisado desde la sede de la Policía Federal por el presidente de extrema derecha y su ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
“Vengo a la marcha para defender las libertades democráticas, la libertad de poder manifestarse. Hay un ajuste brutal y hay que organizarse y salir a resistir”, dijo Ezequiel Pretti, un empleado de 34 años.
Además de oponerse a las medidas de austeridad de Milei, los manifestantes conmemoraron el aniversario de las protestas del 19 y 20 de diciembre de 2001, que dejaron 39 personas fallecidas en medio de la peor crisis económica, social y política de la historia reciente del país.
En comparecencia ante los medios, poco después de que finalizara la movilización sin apenas incidentes, Bullrich consideró exitosa la aplicación del nuevo protocolo de seguridad elaborado por su departamento para evitar el colapso de las calles y carreteras.
La marcha no cumplió con las expectativas de los convocantes, que en los últimos días hablaban de reunir a unos 50 mil manifestantes, y reunió unos tres mil argentinos, según las autoridades.
“Hoy no se cortó la (Avenida) 9 de Julio, no se cortó el Puente Pueyrredón, no se cortó el Metrobús, hoy no se cortaron accesos ni rutas y la gente pudo ir y venir a su trabajo sin ningún tipo de problemas”, subrayó Bullrich, que también fue ministra de Seguridad durante la Administración de Mauricio Macri (2015-2019).
Después de la manifestación, Milei anunció un plan que contempla la reforma de más de 300 normas para sentar “las bases para la reconstrucción de la economía argentina y devolverle la libertad y la autonomía a los individuos, sacándoles el Estado de encima”.
Dentro del paquete, el mandatario incluye la derogación del régimen de sociedades del Estado y de la normativa que impide la privatización de las empresas públicas.
Milei anunció durante la campaña electoral su intención de poner a la venta Aerolíneas Argentinas y la petrolera YPF, dos emblemas de la economía del país.
También se modificará el sistema de atención en medicina privada
Se contempla la modificación de la ley de sociedades para que los clubes de futbol puedan convertirse en sociedades anónimas, y se desregulan los servicios de internet satelital para permitir el ingreso de empresas como Starlink, del multimillonario Elon Munsk.
Para ser efectivo, este decreto debe publicarse en el Boletín Oficial. Luego será llevado al Congreso para su análisis en una comisión bicameral.
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La semana pasada, el gobierno decretó una devaluación de la moneda de más de 50 por ciento y presentó un plan de ajuste fiscal que eliminará los subsidios al transporte y a los servicios públicos de energía, además de paralizar las obras de infraestructura financiadas por el Estado.
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