El candidato presidencial del oficialista Frente Amplio (izquierda), Daniel Martínez, y el exsenador del Partido Nacional (centroderecha) Luis Lacalle Pou, disputarán la presidencia de Uruguay en un balotaje tras los comicios de este domingo, según resultados a boca de urna.
La proyección de la consultora Cifra otorga a Martínez un 37% de los sufragios, y a Lacalle Pou 29%. En tanto Factum da 39,9% al oficialista Frente Amplio y 29,1% al Partido Nacional.
Lacalle Pou anunció luego de conocidos los resultados "futuros acuerdos" y "entendimientos" con otros partidos de oposición para un gobierno "multicolor encabezado por el Partido Nacional".
De cara a la segunda vuelta del 24 de noviembre, el favorito opositor recibió la noche del domingo los cruciales apoyos del liberal Ernesto Talvi, del Partido Colorado, ubicado tercero en las elecciones con un 12 a 13% de los sufragios, del derechista excomandante en jefe del Ejército Guido Manini Ríos, de Cabildo Abierto, con 10 a 11% de los votos, del nóvel Partido de la Gente (centroderecha, 1%) y el socialdemócrata Partido Independiente (1%).
"Uruguay precisa un cambio y para que ese cambio se concrete llamamos a nuestros votantes a respaldar la candidatura del doctor Lacalle Pou para encabezar la coalición con la que vamos a transformar el país. Haremos campaña por su candidatura", expresó Talvi ante sus militantes.
"Cabildo Abierto anuncia ahora que va a apoyar para la segunda vuelta electoral al doctor Luis Lacalle Pou", dijo de su lado el militar retirado Manini Ríos.
Gracias a esos apoyos Lacalle Pou podrá construir una nueva base electoral de cara a noviembre ante un Frente Amplio que se dijo dispuesto a dar batalla para conservar el poder.
El Frente Amplio, que gobierna desde 2005, es "la fuerza (política) más importante de Uruguay", se congratuló Martínez y anunció que iniciará un camino "de diálogo" con vistas a ganar la segunda vuelta.
Martínez dijo que el Frente Amplio "apuesta a las certezas" y ofrece "estabilidad" y "no ajustes con un destino de incertidumbre", por lo que pidió a sus militantes "redoblar el trabajo".
Los primeros resultados suponen un duro golpe para el Frente Amplio que pierde su mayoría parlamentaria con la que gobernó durante tres períodos consecutivos a partir de 2005, y deberá pugnar en solitario por la Presidencia.