Luego de recibir un disparo durante el tiroteo en el metro de Nueva York el pasado 12 de abril, Ilene Steur demandó al fabricante de armas Glock al argumentar que la compañía puso en peligro la seguridad pública al comercializar armas de manera imprudente a través de anuncios en películas y series.
De acuerdo con la demanda de Steur el fabricante de armas debería ser considerado como responsable del arma que fue utilizada durante el ataque.
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Al respecto, los fiscales federales informaron que el atacante identificado como Frank James, utilizó un arma Glock 17 de nueve milímetros comprada legalmente en la ciudad de Ohio.
De acuerdo con la demanda, Ilene acusa a la australiana Glock de comercializar indebidamente sus armas de fuego con énfasis en su alta capacidad de compra, su fácil ocultación y otras características que atraen a compradores con intenciones delictivas.
Se indica además que la empresa Glock tampoco adopta políticas y prácticas básicas para evitar que las armas de fuego caigan en manos equivocadas.
Esta demanda se efectúa al tiempo que familiares de las víctimas de la escuela Sandy Hook presentan contra el fabricante Remington, marca que fue utilizada en la matanza del centro de estudios.
Tal caso se resolvió por 73 millones de dólares, pues los familiares de las víctimas argumentaron que la comercialización del arma estaba destinada a atraer a jóvenes con problemas.
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Tras los tiroteos registrados en el territorio estadounidense, los fabricantes de armas están en la mira de las autoridades, pues estuvo impulsado por el tiroteo en la escuela Uvalde, donde se asesinó a un total de 19 estudiantes y dos profesoras.
