"El Tilico" reincidente: lleva 323 detenciones y tiene apenas 27 años

Sus delitos no son considerados graves; el Congreso de la Unión busca endurecer reglas en la llamada "puerta giratoria"

Óscar Reyes | El Sol de Irapuato

  · viernes 9 de febrero de 2018

El Tilico

Juan Antonio, quien es conocido en Irapuato como el Tilico, tiene apenas 27 años, pero cuenta en su haber con 323 detenciones por casos que van desde faltas administrativas hasta delitos como portar arma de fuego o robo violento; sin embargo, también ha quedado en libertad en 323 ocasiones, porque los infracciones por los que ha sido detenido no son considerados graves.

El caso de El Tilico es una de las tantas historias de reincidencia delictiva que hay en el país y donde a pesar de haber sido detenido en flagrancia cuando cometía delitos como el robo a transeúnte, robo a negocio, robo de vehículo, por dar cristalazos a vehículos y hasta por portar droga y armas de fuego, ha quedado en libertad.

Samuel Ugalde García, secretario de Seguridad Ciudadana de Irapuato, aseguró que personajes como el Tilico no tienen otra forma de vida que el dedicarse al robo.

“No dudo que ya estuviera en prisión preventiva, pero te dura seis, siete meses cuando mucho en prisión y va para afuera, ¿y qué hace cuando sale? Vuelve a robar, pues encontró en el delito una forma de vida”, dice en entrevista el Secretario de Seguridad Ciudadana irapuatense.

Samuel Ugalde aseguró que en Irapuato hay alrededor de 50 delincuentes reincidentes, pero 18 de ellos son los que estarían más activos a la hora de cometer robos e incluso algunos de éstos son menores de edad que apenas tienen 14 años y ya cuentan con al menos tres atracos por haber participado en delitos como robo a transeúnte.

“Empiezan por faltas administrativas, robando un bolso, cometiendo un cristalazo, pero luego van aumentando en la intensidad del robo, compran un arma de fuego, asaltan con el arma, luego para obtener más pronto lo requerido disparan a las personas y deviene en algunos casos en homicidios; si alguno de los reincidentes que nos han cometido homicidios hubiera quedado en prisión, alguna vida se hubiera salvado”, señaló Ugalde García.

De acuerdo con las estadísticas de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, cuando uno de los delincuentes reincidentes queda en prisión preventiva, los robos a negocio, a transeúnte o los cristalazos disminuyen hasta en un 40%; “pero apenas salen y empezamos a notar que los robos incrementan y es porque están en la calle y vamos a detenerlos otra vez”.

La reincidencia delictiva no es un problema exclusivo de Irapuato, sino de todo el país. No en balde la Procuraduría General de la República anunció la implementación del programa piloto “Repensar”, con el cual busca prevenir la reincidencia delictiva en jóvenes, mediante capacitación para el empleo, regularización educativa y terapias conductuales.

Renato Sales Heredia, titular de la Comisión Nacional de Seguridad, ha sido una de las voces más críticas del Sistema de Justicia Penal, al grado de decir que fue un error el haber eliminado la prisión preventiva para personas que portan armas de fuego, pues cuando quedan en libertad regresan a delinquir.

“Lo que pedimos es que la portación de armas de fuego reservadas para uso exclusivo de las fuerzas armadas amerite prisión preventiva oficiosa. ¿Qué más argumento necesita un juez cuando se detiene a una persona con esa clase de armamento? ¿Para qué quería esa arma? ¿A qué se dedicará cuando quede en libertad? La liberación nos lleva a otros delitos y tiene que haber un freno a eso”.

Y mientras en el Congreso de la Unión sigue atorado el tema de castigar con más severidad la reincidencia delictiva y la portación de armas de fuego, personajes como el Tilico aumentan su estadística personal de detenciones y de liberaciones, aunque los delitos por los que sea detenido en el futuro sean los mismos que cometió en el pasado y que por no ser considerados graves ameritaron ser liberado.

El Monchis robaba para drogarse

Tiene 18 años y mide no más de 1.65 metros, pero cuando estaba drogado se convertía en uno de los hombres más violentos de Irapuato. Ramón, alias el Monchis, llegó a balear a su propio hermano para despojarlo de su celular y poder venderlo para comprar droga; hoy el Monchis está internado en un anexo, donde se está rehabilitando.

“Robaba porque quería dinero para comprar droga. Caí al 'bote' como unas 30 veces, pero ya sabía que iba a salir. A veces me convenía estar encerrado, porque me estaban buscando para madrearme y ya me perdía un rato, pero cuando salía me iba a robar”, contó para El Sol de Irapuato.

El Monchis aprovechaba que su madre lo dejaba solo por irse a trabajar para empezar a robar cosas de la casa y venderlas. Vendió la licuadora, el anillo de matrimonio de su madre, su medalla de su bautizo, el reloj que le dio su papá antes de morir y hasta unos tenis que recién le habían enviado de Estados Unidos.

“Una vez le pegué a una viejita y le arranqué los aretes que traía. Me dieron nada más 50 pesos por ellos y compré solvente para drogarme. Luego ese día le pegué a mi mamá porque me regañó. Sí me arrepiento de todo eso, estaba poseído por la droga”, dice el joven, quien tiene seis meses sin probar droga alguna y para saciar su ansiedad.

A el Monchis lo agarraron dormido, lo amarraron entre tres y lo llevaron a un anexo para que dejara e drogarse. Intentó fugarse en dos ocasiones, pero lo detuvieron. El Monchis está por salir del anexo y dice que trabajará para ayudar a que jóvenes como él no se droguen y delincan.

“Es bien difícil para uno cuando ya se dedica a robar el dedicarse a otra cosa. Viví como si estuviera preso y yo creo que me sirvió el estar encerrado para no desear estar así de nuevo”.

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