/ domingo 17 de abril de 2016

Bernie Sanders se reúne con el Papa | Jorge Sandoval

Ciudad del Vaticano.- Ignorando la regla de que en campaña electoral es mejor no encontrarse con ningún candidato y sin preocuparse por lo tanto del riesgo de ser instrumentalizado, el papa Francisco saludó, si bien por unos cuantos minutos, al senador Bernie Sanders que compite con Hillary Clinton en la carrera para convertirse en el candidato democrático en las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Lo hizo en su residencia de Santa Marta, antes de emprender el viaje a la isla de Lesbo, Grecia.

Sin embargo, tal vez consciente de ese riesgo, también desde el punto de vista mediático, en el vuelo de regreso a Roma Francisco quiso alejar cualquier posible especulación sobre su conversación con Sanders y con tono firme preciso que “esta mañana (de ayer, ndr) mientras salía de San Marta me encontré con el senador Sanders; él sabía que yo salía a esa hora y tuvo la gentileza de venir a saludarme. Yo lo saludé con un apretón de manos y nada más. Esto se llama educación y no entrometerse en la política, y si alguien piensa que un saludo significa meterse en la política, subrayó, le sugiero que vaya a ver a un psiquiatra...”.

En verdad, como comentó una fuente fidedigna, el problema no es tanto interpretar el encuentro como una intromisión por parte del Papa en la política estadunidense, sino más bien la eventual instrumentalización que Sanders pudiera hacer, tirando por el saco al jefe de la Iglesia católica y presentándolo como una especie de aliado en su campaña.

Bernie Sanders llegó a Roma para participar, el viernes pasado, en una conferencia en el Vaticano organizada por la pontifica Academia de las Ciencias sociales. El vocero papal, padre Federico Lombardi había subrayado que un encuentro con el Papa no estaba previsto, precisando que no había ninguna invitación al respecto y que el político estadunidense estaba en el Estado pontificio solo para participar en el convenio, en el que también participaron los presidentes de Bolivia, Evo Morales, y de Ecuador Rafael Correa.

El presidente boliviano, Evo Morales, y el precandidato demócrata a la Casa Blanca, Bernie Sanders, participaron en el Vaticano en una reunión para hablar de desigualdad social y una economía más justa y solidaria. FOTO: AFP

Sin embargo, Sanders, acompañado por su esposa, el economista estadunidense Jeffry Sachs y por el canciller de la Academia de las Ciencias, el monseñor argentino Marcelo Sánchez Sorondo (probable “organizador” del encuentro), logró saludar personalmente, aunque sea brevemente, al Pontífice argentino, hacia quien manifiesta una profunda admiración. Y se sabe que en estos casos, también un breve saludo con la debida fotografía, podría ser para Sanders y sus seguidores un óptimo resultado.

El senador, a pocos días del voto democrático de Nueva York, no se ha cansado de afirmar, también en Roma, que los temas que ha abordado en su campaña electoral están en plena sintonía con la posición de Francisco: basta con la idolatría al dinero que lleva también a la corrupción de la política y basta con las desigualdades con la necesidad de una robusta inyección de moralidad en el sector financiero.

En febrero pasado, en el vuelo de regreso de su viaje a México, y refiriéndose al proyecto de Donald Trump de levantar un largo muro en la frontera con nuestro país, Francisco no temió que lo acusarán de meterse en la política estadunidense al afirmar que el polémico precandidato republicano “no se comporta como un buen cristiano”.

Ciudad del Vaticano.- Ignorando la regla de que en campaña electoral es mejor no encontrarse con ningún candidato y sin preocuparse por lo tanto del riesgo de ser instrumentalizado, el papa Francisco saludó, si bien por unos cuantos minutos, al senador Bernie Sanders que compite con Hillary Clinton en la carrera para convertirse en el candidato democrático en las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Lo hizo en su residencia de Santa Marta, antes de emprender el viaje a la isla de Lesbo, Grecia.

Sin embargo, tal vez consciente de ese riesgo, también desde el punto de vista mediático, en el vuelo de regreso a Roma Francisco quiso alejar cualquier posible especulación sobre su conversación con Sanders y con tono firme preciso que “esta mañana (de ayer, ndr) mientras salía de San Marta me encontré con el senador Sanders; él sabía que yo salía a esa hora y tuvo la gentileza de venir a saludarme. Yo lo saludé con un apretón de manos y nada más. Esto se llama educación y no entrometerse en la política, y si alguien piensa que un saludo significa meterse en la política, subrayó, le sugiero que vaya a ver a un psiquiatra...”.

En verdad, como comentó una fuente fidedigna, el problema no es tanto interpretar el encuentro como una intromisión por parte del Papa en la política estadunidense, sino más bien la eventual instrumentalización que Sanders pudiera hacer, tirando por el saco al jefe de la Iglesia católica y presentándolo como una especie de aliado en su campaña.

Bernie Sanders llegó a Roma para participar, el viernes pasado, en una conferencia en el Vaticano organizada por la pontifica Academia de las Ciencias sociales. El vocero papal, padre Federico Lombardi había subrayado que un encuentro con el Papa no estaba previsto, precisando que no había ninguna invitación al respecto y que el político estadunidense estaba en el Estado pontificio solo para participar en el convenio, en el que también participaron los presidentes de Bolivia, Evo Morales, y de Ecuador Rafael Correa.

El presidente boliviano, Evo Morales, y el precandidato demócrata a la Casa Blanca, Bernie Sanders, participaron en el Vaticano en una reunión para hablar de desigualdad social y una economía más justa y solidaria. FOTO: AFP

Sin embargo, Sanders, acompañado por su esposa, el economista estadunidense Jeffry Sachs y por el canciller de la Academia de las Ciencias, el monseñor argentino Marcelo Sánchez Sorondo (probable “organizador” del encuentro), logró saludar personalmente, aunque sea brevemente, al Pontífice argentino, hacia quien manifiesta una profunda admiración. Y se sabe que en estos casos, también un breve saludo con la debida fotografía, podría ser para Sanders y sus seguidores un óptimo resultado.

El senador, a pocos días del voto democrático de Nueva York, no se ha cansado de afirmar, también en Roma, que los temas que ha abordado en su campaña electoral están en plena sintonía con la posición de Francisco: basta con la idolatría al dinero que lleva también a la corrupción de la política y basta con las desigualdades con la necesidad de una robusta inyección de moralidad en el sector financiero.

En febrero pasado, en el vuelo de regreso de su viaje a México, y refiriéndose al proyecto de Donald Trump de levantar un largo muro en la frontera con nuestro país, Francisco no temió que lo acusarán de meterse en la política estadunidense al afirmar que el polémico precandidato republicano “no se comporta como un buen cristiano”.