“Tengo la información de cómo, sobre todo en Twitter, hay toda una epidemia, plaga de noticias falsas. Ojalá y se aplique el Twitter, y esto no es censura, porque están actuando con operativos y robots, ahora sí que como decía mi paisano el finado CHICO CHE, ‘quién pompó’, ¿quién paga eso?”, dijo ayer el presidente de México, ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR durante su mañanera.
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El problema, deberían decirle al mandatario sus asesores, es que las empresas han estado borrando las noticias falsas también generadas por los políticos. Está el caso de Brasil, en donde primero Twitter, y luego Facebook, decidieron eliminar publicaciones de Jair Bolsonaro, por crear “desinformación” que puede “causar daños reales a las personas” de su país.
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“Una gran diferencia. No quiero que se malinterprete, pero en esta circunstancia en donde necesitamos que se diga la verdad, que se actúe con ética, hay mucha diferencia entre el Face y el Twitter, tiene el Face, no sé si más control, pero en Twitter, desatados”, consideró López Obrador en su conferencia matutina de ayer.
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Un video de Bolsonaro, deben decirle al político mexicano hablando de “desatados”, mostraba al líder brasileiro caminando entre una gran aglomeración de seguidores, contradiciendo así a su propio ministro de Salud, Luiz Henrique Mandetta. Instagram, empresa de Facebook, lo bajó. Las empresas argumentan que Bolsonaro coloca en mayor riesgo de contraer coronavirus a las personas que los siguen, a las masas que le creen todo.
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Los que andan “desatados”, dicen los que saben, son algunos líderes populistas de países pobres. El caso de Bolsonaro es reciente, como también el de Nicolás Maduro, el líder venezolano que subió a Twitter una receta casera de una bebida que, según él, podría servir para curar el coronavirus. Información que también borraron responsablemente las plataformas.
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Luego de bajar “fake news” de poderosos personajes en la región, Twitter dijo que desaparecerá cualquier contenido que eventualmente vaya en contra de las informaciones de salud pública de fuentes oficiales que tratan de evitar la propagación del Covid-19. ¿Ya habrán visto lo que mueven los seguidores del Presidente de México? No estamos hablando de censura tampoco, pero están “desatados”... (te lo digo Twitter, para que me escuches Facebook, Google y Microsoft).
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Nos aseguran que la presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Rosario Piedra Ibarra, no ha dejado de atender sus responsabilidades y hasta el viernes 27 de marzo mantuvo agenda abierta en la sede de República de Cuba, y al mismo tiempo cumpliendo con las medidas preventivas recomendadas hasta ese momento por el Gobierno Federal. Que a partir de este lunes 30 de marzo, la agenda de la Presidencia de la CNDH quedó reducida al mínimo y abierta para asuntos de urgente resolución. Acatando las medidas sanitarias de aislamiento vigentes, el resto de los casos serán atendidos vía remota. ¿Entonces sí está haciendo home office?
